lunes, 6 de mayo de 2013

ETAPA DE LA SECCION DE REIKI

LAS ETAPAS DE UNA SESION
Como en el Reiki-I, cada sesión puede ser potenciada con una correcta consciencia de nuestra motivación positiva, que elevará la calidad de nuestra presencia en el acto sanador.
Ello puede hacerse mediante oraciones o llamadas verbales, gestos o una meditación previa.
El tratamiento en sí, en Reiki-II exige una concentración superior al Reiki-I, pues además tenemos que estar atentos para modificar nuestras proyecciones simbólicas a lo largo de la sesión, si el aura del receptor nos lo indica intuitivamente...
Tener una actitud relajada, silenciosa (el intelecto en calma), positiva (no hacer Reiki cuando no estamos de buen humor, en todo caso hacer una técnica catártica previa para expulsar ese estado desarmonioso) y sencilla (saber que estamos participando en un proceso que es global, universal... que no somos "los" sanadores, sólo unos "transportistas" o recaderos de la Luz).
Al finalizar es conveniente recoger nuestra mente en la paz y el regocijo de la actividad realizada, y destinar los beneficios al fin determinado para esa sesión. Es una consciencia de gratitud y un acto consciente de emisión de nuestro mérito en una dirección determinada, lo que hace que ese efecto positivo alcance su objetivo y se multiplique.
Simultaneamente, tenemos que dejar en manos de la Inteligencia divina cualquier modificación a mejor de nuestro objetivo, y ampliar la dedicación de cualquier mérito generado a la totalidad de los seres altruistamente.
No hay ego que defender.
El yo-hacedor, separado de la unidad universal, es un engaño.
Desprendernos de su concepto es avanzar en la realización de la naturaleza verdadera de la existencia.

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