viernes, 24 de mayo de 2013
Sanandote sanas
¿Qué veo en ti que no quiero reconocer en mi?
Constantemente estamos viendo situaciones que queremos cambiar, actitudes de los otros que calificamos como no correctas. El concepto de los espejos es una temática muy de moda y poco comprendida ya que a pesar de que tenemos esta información seguimos luchando con las situaciones externas en lugar de atender la energía que lo origina dentro de nosotros.
Hay un concepto que la psicología moderna nos ofrece en la educación de los niños y se llama “la no interferencia”.
En cada uno eternamente está presente la energía del niño y esta se manifiesta a través de todas nuestras expresiones. De tal manera cuando las personas frente a nosotros se expresan es su niño manifestándose y experimentándose, al observar esta expresión podemos reconocer la nuestra propia. Cuando sentimos la necesidad de “corregir al niño” externo, es ahí donde nuestro niño nos pide que lo atendamos.
La no interferencia nos está hablando de que aprendamos a observar y en el momento en que surja la necesidad de corregir, reprender, “interferir”. Hacernos la pregunta de ¿Qué veo en ti que no reconozco en mí?
Podemos decir que esto de algún modo lo hacemos dentro del concepto que tenemos del reflejo del espejo, sin embargo surge la justificación que dice “tengo que cambiarlo en el otro porque no es correcto que él lo haga” “yo soy tolerante, aunque siento que mi energía hierve me mantengo centrado y en calma” “yo procuro no ser así porque no me gusta hacer a otros lo que me molesta”, etc. La realidad es que caemos en nuestra propia ilusión, en el autoengaño. Por qué de algún modo estamos reconociendo la presencia de esa situación en nosotros pero a la vez no reconocemos que necesita de nuestra atención y nuestra responsabilidad, no reconocemos que nuestro niño aun se siente dolido y molesto, siendo esta situación de dolor la que nos lleva a recrear situaciones asimiles para que lleguemos a la comprensión.
¿Cómo poner en práctica esto si me siento constantemente retado por la vida y sus participantes? Siendo observador de mis reacciones y de las de los demás, dejando de sentirme agredido, dejando de presentarme como una víctima atrapada en un círculo de castigo y tortura infringida por los otros. Yo me siento así porque yo he interpretado el actuar de los otros, cuando atienda y comprenda mi interpretación errónea dejaré de estar viendo verdugos.
Gracias por permitirme ver esa parte de mi que me resistía tanto a reconocer, aceptar y en especial amar. Gracias por ser mi reflejo y brindarme la oportunidad de la autosanación. Gracias porque a través de estas situaciones vamos desvaneciendo la separación y reconociendo la unidad que ya somos.
Lo siento y te amo.
Namasté.
©Sanándote sanas
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Hola Mónica, nos alegra que te gusten los escritos de Sanándote Sanas Todo.
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Muchas gracias por difundir nuestro material
Namasté