martes, 21 de febrero de 2012

Registros Akáshicos

Historia de cada alma


Los registros akashicos contienen toda la historia de cada alma desde el principio de los tiempos. En pocas palabras, es el alma de los recuerdos... es el manuscrito. Más que una simple grabación de eventos, los registros akashicos contienen cada hecho, palabra, sentimiento, pensamiento y intención de lo que haya ocurrido en cualquier momento en la historia del mundo.Son una parte de la mente divina. Es conocido en la Biblia como "El Libro de la Vida" de los cuales son muchos toman referencia.Los budistas se refieren a los registros Akashicos como "memoria de la naturaleza". 



El manuscrito del alma es una muy antigua y poderosa herramienta. Cuando nosotros accedemos a la energía de los registros Akashicos abrimios una canal la comunicación directa entre nosotros y nuestros maestros, profesores, guías y ángeles.
Dentro de esta dimensión espiritual de la más alta, somos capaces de hacer preguntas y recibir respuestas, la claridad, la orientación y la curación.
También podemos identificar otras experiencias de vida que nos afectan en esta.
Este "instrumento" nos permitirá ver la limitación de nuestros patrones y creencias, que crean las capas de la ilusión en torno a nuestro verdadero espíritu. 




A medida que quitamos estas capas y aprendemos nuestras verdades, nos volvemos más conscientes de los que verdaderamente son.
El primer paso para la curación es recordar quién y qué somos. En este recuerdo recupera nuestra propia divinidad, nuestro propio poder, nuestra conexión con todo lo que hay.
Nos volvemos libres para permitir que nuestros espíritus vuelen en sus niveles más altos.
 Es el momento de renovar nuestros votos para nosotros mismos y nuestro creador.
Es esencial que todos y cada uno de su alma para recuperar la divinidad, abrazar su esencia y entrarse plenamente en la luz y el amor de su espíritu.




Las lecturas Akashicas son las lecturas de los registros de un alma desde el momento en que deja a los padres la casa hasta que regresa. En el momento que tomamos la decisión de experimentar la vida como una entidad independiente hay un campo de energía creado para grabar todo pensamiento, acción y la emoción generada por esa experiencia.
 Akashicos, porque está compuesto de Akasha el contenido energético de toda la vida que se forma y Registros, porque su objetivo es registrar todas las experiencias. 

¿QUE SON LOS REGISTROS AKASHICOS ?



Los registros Akáshicos son el registro individual de un Alma desde el momento que dejó su punto de origen hasta que vuelva al mismo. Cuando tomamos la decisión de experimentar la vida como una entidad independiente, hay un campo de energía que se crea para grabar todos los pensamientos, palabras, emociones y acciones generadas por esa experiencia.





Ese campo de energia es denominado REGISTRIO AKÁSHICO.
Akáshico porque está compuesto por el Akasha (sustancia energética de la cual toda la vida está formada) y los Registros u Archivos, cuyo objetivo es grabar todas las experiencias de la vida.
Abriendo los RA con una ORACION SAGRADA, nos alineamos con la vibración de la persona que está recibiendo la consulta (nosotros mismos u otra persona) .





La Oración trabaja con vibraciones energéticas que “se sintonizan” al nombre específico de la forma viviente, y lleva en sí misma una protección “Divina” que proviene de los Maestros, Guias y Seres queridos.





La información en los RA nos ayuda a traer el pasado y el futuro a nuestro presente. “aquí y ahora”. Al acceder a los Registros uno puede identificar y liberar cualquier cosa que uno haya creado, que se haya convertido en un bloqueo para nuestra realización presente de que somos una unidad con Dios.
Podemos ver porqué hemos creado patrones adictivos, porqué elegimos el tipo de relaciones que tenemos, porqué hemos creado determinado patrón de respuesta y cómo poner en practica la acción en vez de la Reacción en nuestras vidas.





La energia sanadora de los RA nos permite la libertad de elegir la Gracia ante todas las cosas, de esa manera contrarrestar la ilusión que hemos creado que nos hace creer que estamos separados de Dios cuando no lo estamos ya que es imposible, puesto que somos uno con la Divinidad.