martes, 9 de septiembre de 2014



Nuestras relaciones y su razón de ser en nuestra evolución

Por Hortensia Galvis

El desarrollo de la conciencia es un viaje que nos lleva desde lo conocido hacia lo desconocido. En esa travesía el itinerario es fijo, pero cada cual es libre para acelerar o retrasar su avance. A lo largo de la vía hay paradas, donde algunos seres salen de nuestra vida; y otros entran para sustentar la trama de nuevas experiencias. Cada una de las relaciones que entablamos tiene un propósito, que es el de acercarnos cada vez más al “conócete a ti mismo”, o final del recorrido.

El encuentro con otros seres no es fortuito. Compartimos nuestra vida solo con quienes vibran en resonancia con algún fragmento de nuestra personalidad. Según la sabiduría de los Esenios, el poder de atracción se activa cuando se cumple una de estas cuatro condiciones:

• Atraemos seres que puedan servirnos de espejo, para que, observando un defecto determinado en el otro, lo cambiemos dentro de nosotros mismos.

• Atraemos aquello que juzgamos como inadmisible. Así nos vemos obligados a comprender, aceptar y respetar la libertad de ser y de obrar de nuestros semejantes.

• Atraemos situaciones y seres que puedan brindarnos la vivencia de nuestros temores más intensos. Solo en esta forma podemos aprender a superar el miedo.

• Atraemos a quienes puedan mostrarnos los valores que perdimos, para que podamos integrarlos en nosotros nuevamente.

En términos espirituales llamamos “pruebas” a situaciones específicas, provocadas por dificultades con los demás y con nosotros mismos. Quitar esas “piedras del camino” es una tarea que se prolonga según sea nuestra actitud. Sin embargo, para todos, el aprendizaje tiene una secuencia que es irrevocable. Nuestros desequilibrios interiores causan conflictos exteriores, que primero debemos resolver a nivel físico, luego estabilizar en el mundo de las emociones y más tarde superar como obstáculos del plano mental.

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Al principio el individuo se ve confrontado con sus apetitos desbocados. Estará en problemas por abusos en la comida, la bebida, la sexualidad, y la ambición desmedida por obtener dinero y poder. Hasta que no adquiera un control, que equilibre esas inclinaciones, tendrá que repetir una y otra vez las mismas dificultades. Estas desaparecerán cuando amplíe sus aspiraciones más allá de los placeres físicos.

Seguidamente son los complejos y las perturbaciones emocionales las que colorean la realidad. Hay que aprender entonces a disolver impedimentos como el miedo y el odio, que son la base de muchos males, y domar, además, su séquito de acompañantes. Algunos de ellos son: inseguridad, inconstancia, mezquindad, falta de sinceridad o de integridad, rigidez, fanatismo, timidez, y tantas otras distorsiones semejantes.

En el siguiente peldaño domina la mente. Las pruebas en esta etapa están dirigidas a disolver el orgullo, la arrogancia y la crueldad de algunos seres, cuando la fama, la fortuna, o el desempeño intelectual los apoyan para sentirse superiores. Los conflictos se generan cuando el individuo tiene como hábito el rechazo y la crítica mordaz hacia quienes considera incapaces, o inferiores. La intolerancia lo va dejando solo, privándolo de las relaciones necesarias para que su calidad de vida sea satisfactoria. Pero, en la medida en que se diluye esta forma de tiranía creada por la mente, el ser se integra y desarrolla su intuición, que le abre la percepción de realidades más sutiles.

Amig@, examina hoy minuciosamente cada una de tus relaciones! Ellas son el escenario donde estás haciendo tus prácticas para adquirir sabiduría. Tu recorrido es largo, porque se trata de llegar a dominar las reacciones instintivas, y despertar un propósito consciente en todas tus expresiones. Cuando surjan los problemas no generes resistencia, están ahí para que aprendas una lección sobre ti mismo. Porque quienes hacen parte de tu destino, son trozos de tu ser que debes reconocer, para cancelar el dolor y las heridas que te agobian. Todos los seres somos una sola presencia fragmentada, con el amor como único pegamento capaz de ensamblar esos pedazos, y ponerlos a vibrar al ritmo de un solo corazón.

Fuente: http://cienciacosmica.net/nuestras-relaciones-y-su-razon-de-ser-en-nuestra-evolucion/

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