Lo que llamamos “fracaso” no es tal. Es una experiencia. Todos hemos necesitado probar varias veces algo, practicarlo, hasta saber hacerlo con corrección. Darse tiempo, permitirse el error, no culparse, van con el camino. La experiencia “fracaso” nos indica pautas distintas a seguir. Cambiar algo, repetirlo en otro momento. Si echas la vista hacia atrás verás que muchos “fracasos” te han llevado a otras situaciones “exitosas”. A veces una ruptura, una pérdida nos abre otros horizontes distintos con otras experiencias y otra forma de ver las cosas.
Existe un leve latido en nuestro hemisferio cerebral derecho, Es un latido débil porque no estamos acostumbrados a escucharlo. Es el latido que alberga la información de nuestro destino, de nuestra misión en esta vida.
La misión es esa tarea que nos va a realizar como personas, nos va a hacer crecer, formarnos, subir los escalones en nuestra evolución de seres.
Qué felicidad hacer piezas de barro cuando nacen de las manos del alfarero, del que le gusta y disfruta crear en la tierra húmeda. Podrás decirle que eso no es un trabajo, que no tiene futuro, que… No le has mirado a su cara cuando las piezas toman forma, ni la luz de sus ojos mientras gira el torno.
Cuando descubres a qué vienes, descubres quién eres y esa información te hace fuerte y poderoso. Cuando haces lo que sientes eres una persona feliz y sana. La enfermedad es una muestra clara de que no estamos en sintonía con nuestra misión. ¿Ves personas enfermas? Pues son personas que aún no se han descubierto. Piensa en ello cuando investigues tu propio yo.
Si haces tu misión, es posible que tengas algunas voces esperando tu fracaso (según su punto de vista) para después alzar sus voces diciendo “ves, ya te lo decía yo”.ayyy!, amigo, pero si triunfas, las voces se alzarán más numerosas y más chillonas, porque tu mensaje es que haciendo a lo que vienes, les estás demostrando delante de sus narices que tú y todo lo que haces tú, en consonancia con el universo será un éxito. Y les estás mandando un mensaje de que se puede hacer y de que si no lo haces es porque no quieres. Nada más.
Serás feliz, completo, sano y perfecto.
El latido de la información del hemisferio cerebral derecho es liviano, porque está amortiguado por los miedos, por lo aprendido, por lo establecido, por el lado racional. Por eso es recomendable serenar la mente y poner atención en todo lo que siento cuando hago las cosas, cuando las pienso, cuando las integro e ir descubriendo lo que de verdad me hace feliz, lo que me hace sentir bien y sentirme ser.
Descubrir eso es una tarea maravillosa y encontrarlo es una gran satisfacción.
No pierdas un segundo más y sigue la vocecita interior. Ella te guiará el camino.
CEgeo
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