lunes, 16 de diciembre de 2013

CON AMOR NO HAY APEGOS

A J.K. J. KRISHNAMURTI

Con amor no hay apego o desapego. El amor no viene del pensamiento: Cuando hay amor no hay pensamiento. Es un estado de ser.
La mente que hace cálculos, celos, muchos sutiles engaños, solo esa mente tiene problemas.

Hay un proceso de revelación que le da significado a la convivencia; y si en ese proceso uno actúa en forma profunda, amplia y extensa, entonces hay paz en la convivencia, no la lucha ni el antagonismo entre dos personas.
Es solo en quietud, que es quedarse en silencio, que la convivencia evidencia el conocimiento propio, donde está la paz.
¿Es posible vivir sin que intervenga la mente que recuerda?

Todo lo que se hace está lleno con las cosas de la mente; pero, sin duda alguna, lo que está grabado en la mente no puede ser el amor.
Se puede pensar en cualquier cosa, pero ese pensamiento no es esa cosa; y así, poco a poco por falta del conocimiento fresco, hecho por el estudio del momento, el pensamiento va ocupando el lugar de las cosas.
Lo que la mente tiene son ideas, recuerdos.
¿La convivencia puede basarse en una idea?
Las ideas son condiciones cerradas y conflictivas. La gente no va examinado en detención esta indicación.
Si no hay intervención, no hay impedimento para que del ver detenido se forme la comprensión.
La mente no deja caer las ideas, mediante disposición, ejercicios.

Es solo si se deja de intervenir cuando hay una completa comprensión del propio actuar.

Sólo entonces es posible una buena convivencia con uno y con los otros.

La actividad no hace a la mente y al corazón comprensibles. Es sólo la acción de alerta por detenimiento la que hace la mente y sutil el corazón, haciéndolos sensibles.

Antes de hacer cualquier acto, lo primero es tener funcionando el conocimiento propio. Si este conocimiento propio va cada vez más vasto y profundo, viene ese sentido de la realidad que no puede ser buscado. Él viene si no se le busca.
Solo si uno va conociendo a la vez que va actuando, puede ir más allá de los recuerdos proyectados por la propia mente.

El conocimiento propio, es ver lo que pasa cuando se trata a un individuo y otro, incluyendo la acción en las relaciones con la sociedad.

El conocerse a sí mismo significa, sin duda, ir viendo todas las respuestas, las reacciones que uno tiene en su relación con algo.

Es parándose a ver las cosas que se ha aceptado, mirándolas plenamente, no superficialmente, es así como aparece el conocimiento de uno mismo.

Uno puede ver cómo las creencias religiosas, políticas, nacionales y de diversos otros tipos, separan a la humanidad, cómo crean conflicto, confusión antagonismo, lo cual es un hecho evidente; y, sin embargo, no se esta dispuesto a renunciar a ellas.

Existe el credo hindú, el credo cristiano, el budista, innumerables creencias sectarias y nacionales, diversas ideologías políticas, todas en lucha unas con otras y procurando convertirse unas a otras.

Claramente se puede ver que las creencias separan a la gente, y crean intolerancia.

La verdad aparece cuando se tiene la capacidad de vivir todas las cosas de un modo nuevo, de instante en instante, sin aceptar la reacción condicionante del recuerdo, para que no haya ese efecto acumulativo que obra como tapadera entre uno mismo y aquello que ES.

El temor hace que se acepten creencias.
Averigüé si sin una creencia, no sabe qué hacer.

Si hace el experimento, entonces sabe porqué cree.
¿Qué está primero, la idea o la acción? Primero, sin duda, está la acción, que es placentera o penosa; y según eso se elaboran diferentes teorías.
Y cuando hay temor, le viene el deseo de creer para poder actuar? Si es así, entonces le viene la idealización.

De modo que lo que aquieta la mente es detenerse en mirar, sin coacción, sin falsa disciplina.
Cuanto mejor conoce la mente, incluyéndose a sí misma, más serena está.

Cuanto más conozcáis algo, cuanto más familiarizados estáis con algo, más serena se tornará la mente. Y la mente ha de estar realmente quieta no aquietada.
Una mente que está serena es porque comprende las distintas formas de todo lo que se presente, incluyendo el miedo. Así se entiende a sí misma, una mente así es creadora, una mente así se renueva sin cesar.

Sólo se estanca aquella mente que está encerrada en sus propios temores y creencias.

La percepción, el acto de percibir no es acumulativo.
La realidad ha de percibirse solo en los diferentes instante de la percepción que no lleva recuerdos acumulados de algún otro instante, la percepción entonces es sobre el mismo“ahora”

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