domingo, 18 de agosto de 2013

LEYES..

Parte I

Volviendo al tema de la reencarnación, yo me pregunto: si hemos vivido otras vidas, y el nacimiento a la vida física no es el principio ¿cuál es entonces el principio de la vida del espíritu, si es que lo hay?
El espíritu es creado ignorante. En realidad lo que se crea es el principio espiritual, la chispa vital. A partir de ese momento, la chispa vital primigenia, a través de un proceso que dura millones de años, va experimentando un proceso de mejoramiento a través de la experiencia, que consigue al ligarse a las formas materiales adecuadas a su nivel evolutivo.

No entiendo a qué te refieres con la frase “ligarse a las formas materiales adecuadas a su nivel evolutivo”. ¿Podrías explicarte mejor?


Me estoy refiriendo a la encarnación. Cuando el principio espiritual primigenio ya ha evolucionado bastante, y ya es mucho más que eso, le llamamos espíritu. El espíritu se liga a la forma material, que es el cuerpo, para aprender de esta experiencia. En etapas más primitivas, el principio espiritual primigenio se liga a formas materiales más simples, primero del reino mineral (primer nivel), luego del vegetal (segundo nivel), después del animal (tercer nivel), y más adelante, ya como espíritu en fase humana (cuarto nivel), y en cada una de esas experiencias físicas aprende. Este aprendizaje es retenido por el ser espiritual para siempre, de forma que cuando inicia una nueva encarnación lo hace con el conocimiento obtenido en la suma de las incontables encarnaciones anteriores.

¿Quieres decir que en vidas anteriores hemos sido animales, y si buscamos todavía más atrás hemos podido encarnar en una piedra?


Más o menos, aunque no exactamente, ya que en las etapas anteriores, la individualidad del ser todavía no está tan definida como en la fase humana. Esta se va consiguiendo progresivamente.

¿Qué quieres decir con eso?


Pues que no es correcto decir que tu espíritu estuvo encarnado en una piedra, porque en esa etapa no se podía considerar ni que la chispa vital fuera un espíritu individual, ni que una piedra tenga una individualidad dentro del reino mineral. ¿Qué pasaría con la chispa vital si partiéramos la piedra en dos o tres fragmentos, que se dividiría? Pues no. Sin embargo, sí podemos decir que un protoespíritu está encarnado en un perro, puesto que su grado de individualización ya está más avanzado.

¿Y por qué lo llamas protoespíritu?


Lo he utilizado aquí para diferenciarlo del espíritu que se encuentra en fase humana. Es una etapa anterior del ser espiritual, en el que ya existe un grado de individualidad bastante alto, pero todavía no se dispone de libre albedrío, y corresponde a los seres espirituales que encarnan en mamíferos superiores.

¿Qué es lo que se pretende conseguir con esa especie de programa de encarnaciones sucesivas?


Que el ser espiritual avance tanto en conocimiento como en sentimiento, que crezca en sabiduría y en amor.

¿Hasta cuándo? Es decir, ¿hay algún límite máximo al que podamos llegar?


El límite máximo al cual se puede llegar a través de la evolución progresiva es la capacidad de Dios. Y como ésta es infinita, llegamos a la conclusión de que no hay límites. Es un proceso de evolución constante e infinito. Pero si te refieres al proceso de encarnaciones materiales, a medida que el espíritu avanza, las encarnaciones se van espaciando cada vez más, y el tiempo que pasa el espíritu sin encarnar aumenta. Hasta que llega a un punto en el que el espíritu ya no necesita seguir encarnando en el mundo físico para evolucionar, y entonces continúa su evolución en los planos más sutiles de la existencia. Entraríamos entonces en el quinto nivel, habiendo otros dos más por encima de éste. Pero a los humanos de la Tierra todavía os falta bastante para llegar a ese punto, por lo que no tiene sentido que hablemos ahora de ello.

Aunque me repita en las preguntas, las vuelvo a hacer porque creo que me puedes ampliar más que al principio algunas respuestas. Ahí va esta: si el espíritu tiene un principio, ¿tiene un final? Es decir, ¿el espíritu puede morir?
El espíritu no puede morir. Sería un contrasentido que, después de todo el esfuerzo realizado por el espíritu para avanzar, en el más elevado estado de su evolución dejara de existir. Tened clara una cosa: el espíritu es inmortal. Sólo mueren los distintos cuerpos en los que se encarna para evolucionar.

Ya, pero ¿podría ocurrir que cuando estuviera muy evolucionado y cerca de Dios se fusionara con éste?


El espíritu, al evolucionar, se acerca a Dios, pero no se fusiona con él, es decir, no pierde su individualidad, ya que perder la individualidad sería casi como morir. Más bien su voluntad se vuelve cada vez más afín con la del Creador y se integra voluntariamente en el plan divino.

¿Me podrías dar una visión general o algún ejemplo para que podamos entender de manera global el proceso de evolución espiritual?


Sí. La evolución individual de los espíritus se asemeja a la del ser humano en una sola vida. El niño recién nacido únicamente desarrolla por sí mismo y de manera biológicamente programada las funciones vitales para el mantenimiento de la vida orgánica. No tiene capacidad de decisión propia y depende totalmente de los padres para subsistir. A medida que el niño crece, va adquiriendo progresivamente cierta autonomía y cada vez es menos dependiente de los padres. Llegada la etapa de la adolescencia, el individuo siente cada vez más la necesidad de experimentar por sí mismo, de sentirse libre e independiente para tomar sus propias decisiones. Esto muchas veces le enfrenta con sus padres. A pesar de que éstos le intenten aconsejar con la experiencia que les da el haber vivido más tiempo, el adolescente lo toma como una intromisión en su vida. Muchas veces toma decisiones erróneas, a pesar de haber recibido advertencias de los padres. Pero le resulta necesario experimentarlo por sí mismo a pesar de que esto le pueda hacer sufrir. En la medida en que va experimentando y aprendiendo del resultado de sus propias decisiones va madurando hasta llegar a la etapa adulta, donde alcanza la independencia completa de los padres.

El proceso de evolución espiritual es semejante al del niño que se vuelve adulto. Inicialmente, el principio espiritual primigenio es totalmente dependiente de otros seres espirituales más avanzados, que dirigen su evolución por completo. La encarnación en estas etapas sirve para adquirir experiencia y para que se desarrollen ciertas cualidades como la inteligencia y las emociones, que serán la base sobre la que se desarrollará la voluntad propia del futuro espíritu, como al niño pequeño le sirve la interacción con el mundo para desarrollarse, aprender a hablar y a caminar, aunque no sea capaz todavía de tomar decisiones importantes por su cuenta. A medida que el ser espiritual evoluciona, se le permite participar en la toma de decisiones, es decir, adquiere cierta autonomía. Llegado cierto momento, cuando el ser espiritual está suficientemente maduro, adquiere el libre albedrío, que es la capacidad de decidir su destino por sí mismo. Es decir, adquiere su independencia y toma sus propias decisiones respecto a su evolución. Los espíritus tutelares ejercen en ese momento un papel semejante al de esos padres que aconsejan y advierten de los peligros que conllevan ciertas actitudes, pero que no obligan, y permiten que el espíritu elija su propio camino, que se equivoque una y mil veces, que aprenda por experiencia propia, y que sea él mismo el que a raíz de sus vivencias decida variar o no el rumbo de su evolución.

Esto me aclara algunas dudas, pero sigo sin comprender esas primeras etapas en las que hablas de chispa vital y encarnación en los reinos mineral, vegetal y animal. ¿Qué es lo que se pretende que aprenda el ser en estas etapas?, ya que parece que el principio espiritual primigenio, la chispa vital, el protoespíritu o como quiera que le llames, no tenga conciencia de lo que hace.


Igual que le ocurre al recién nacido, aunque el ser espiritual encarnado en las primeras etapas de su evolución no sea consciente ni siquiera de su propia existencia, eso no le impide aprender, y este aprendizaje queda en el espíritu para siempre, de forma que, aunque ocurra de manera inconsciente hasta que el espíritu está más avanzado, cuando inicia una nueva encarnación, no parte de cero, sino con el conocimiento obtenido en la suma de las encarnaciones previas, y del periodo entre encarnaciones.


Parte II

Podréis comprender la evolución espiritual en las primeras etapas tomando como referente el proceso de evolución de las especies. Vosotros mismos situáis el principio de la vida hace miles de millones de años, con la aparición en la Tierra de seres unicelulares que progresivamente fueron ganando en complejidad, de forma que surgió una primera diferenciación entre los reinos animal y vegetal; después, cada reino evolucionó hacia un incremento paulatino de la multiplicidad y complejidad de las formas de vida a partir de formas más simples. Por ejemplo, el reino animal pasó en una primera etapa de los seres unicelulares a pluricelulares. Más tarde aparecieron los vertebrados, entre ellos los peces. De los peces evolucionaron los anfibios, de los anfibios, los reptiles, de los reptiles, las aves y de las aves, los mamíferos, en un proceso que ha durado millones de años. Posteriormente, de los mamíferos más avanzados surgieron los homínidos y de ahí las sucesivas especies de hombres primitivos, que cada vez tenían una capacidad craneal mayor que sus antecesores, desde el Homo Habilis, pasando por el Hombre de Neardenthal, el Hombre de Cromañón, hasta llegar al Homo Sapiens Sapiens actual.


En realidad, todo este proceso evolutivo que ocurre a nivel físico está dirigido desde el mundo espiritual con el objetivo de que los espíritus en evolución encuentren el soporte físico adecuado para desarrollar sus crecientes capacidades, pues necesitan para su progresión experimentar la vida física en todas sus manifestaciones, desde las formas más simples hasta las más avanzadas. Son las entidades espirituales avanzadas las que promueven la aparición de especies más evolucionadas en el mundo físico cuando existe la necesidad de proporcionar a los seres espirituales un vehículo físico más adecuado, que les permita continuar avanzado en su aprendizaje. Estas nuevas especies surgen como modificaciones de las especies ya existentes, para que el proceso de transición del espíritu de una especie a otra sea progresivo y no abrupto.

¿Quieres decir entonces que el ser espiritual ha de encarnar en todas las especies para poder avanzar?
En todas no, porque hay muchas especies que son de nivel equivalente. Pero sí ha de pasar por todos los niveles.

¿Y no puede ocurrir que a medida que los espíritus avancen escaseen los protoespíritus que necesiten encarnar en las especies inferiores? ¿Qué ocurriría entonces con esas especies?


El proceso de creación espiritual no cesa nunca, de manera que siempre existen seres en los diferentes niveles evolutivos que necesitan encarnar en el mundo físico para aprender. Lo que sí es cierto es que en el proceso creativo existen ciclos o etapas de mayor y menor intensidad creadora, de manera que a veces ocurre que se acumulan gran cantidad de espíritus o protoespíritus en una etapa, pero puede haber menos en las etapas anteriores o posteriores, como ocurre con las tasas de natalidad de muchos países, en los que se dan periodos de explosión demográfica alternando con períodos de menor natalidad. Pero todo esto está previsto en el plan cósmico de evolución, y no dudéis que las entidades espirituales superiores que se encargan de dirigirlo conocen perfectamente estas necesidades. Si existe una gran cantidad de seres que están dando simultáneamente el mismo salto evolutivo, pueden determinar la extinción masiva de determinadas especies que no se requieran en determinados momentos, como ocurrió con los dinosaurios, y la aparición y proliferación de nuevas especies evolutivamente más avanzadas.

Según lo que me expones, ¿quieres decir que el espíritu de un animal puede encarnar en un humano?


Como ya he dicho, a medida que el espíritu avanza necesita también la encarnación en un cuerpo material más avanzado, pero no mucho más que su capacidad, ya que quedaría desbordado por la situación, del mismo modo que el estudiante de una escuela de pilotos no comienza su formación yendo directamente a pilotar un avión de pasajeros, sino que inicia su aprendizaje primero con un simulador de vuelo, luego pilota avionetas y sólo cuando está preparado se inicia en el pilotaje de aviones grandes. El protoespíritu que ha podido encarnar en un primate, todavía sin libre albedrío completo, aunque ya con bastantes capacidades, tanto de inteligencia como de sentimiento, puede encarnar en un homínido y, a medida que va aprendiendo, irá encarnando en especies con capacidad craneal más adecuada a sus necesidades evolutivas. De manera que el espíritu de un animal acabará evolucionando hasta llegar a ser un espíritu humano, encarnando en algún momento en la especie humana. Pero esto no ocurrirá abruptamente, en una vida inmediata, sino después de un proceso encarnatorio en especies intermedias, de la misma manera que un niño que está en primero de primaria que haya aprobado todas las asignaturas no pasará al curso siguiente a segundo de bachillerato, sino a segundo de primaria, y a medida que vaya superando los cursos posteriores llegará un momento en que cursará segundo de bachillerato.

Y al revés, ¿puede el espíritu de un humano encarnar en animal?


Según lo anteriormente descrito, la encarnación de humanos en animales no es posible, ya que sería un retroceso en la evolución. El espíritu puede estancarse en su evolución, pero no puede involucionar o retroceder a etapas evolutivas que ya tenía superadas, de igual manera que si un alumno no supera los exámenes de un curso no se le desciende a un curso inferior, sino que se le hace repetir al año siguiente el mismo curso.

Pues si eso es así, es decir, si todos hemos sido una vez animales y los animales serán en el futuro como nosotros, me hace cuestionarme mucho el comportamiento que tenemos hacia ellos, sobre todo hacia los más cercanos en evolución, como los mamíferos superiores. Por ejemplo, el criarlos para comer su carne o utilizar su piel, la caza y los espectáculos basados en hacer sufrir a los animales, como la tauromaquia, si están espiritualmente tan cerca de nosotros ¡es casi como hacérselo a un humano!


Así es. Como hermanos pequeños vuestros que son, merecen una mayor consideración y respeto. Pero puesto que la mayoría de humanos no tiene respecto por la vida ni los derechos de los de su propia especie, es difícil todavía esperar de ellos un respeto hacia los que consideran poco menos que nada. Aún así, vais progresando respecto a épocas pasadas. Los hombres de las cavernas no veían ningún problema en comer carne humana, sin embargo en la actualidad el canibalismo es considerado un acto repugnante e inhumano. ¿Y por qué? Pues porque el grado de sensibilidad respecto al resto de seres humanos se ha incrementado respecto a aquella época primitiva. Con los animales ocurrirá lo mismo. Cuando la mayoría se sensibilice con su sufrimiento y se dé cuenta de que son hermanos muy cercanos en la evolución, tanto física como espiritualmente, dejarán de ser esclavizados, torturados y asesinados para comer su carne o vestirse con sus pieles. De hecho ya tenéis muchas personas que considerarían una aberración comerse sus mascotas y ya hay en vuestro mundo muchas personas que luchan por defender los derechos de los animales y que han renunciado a comérselos, porque ya han evolucionado lo suficiente para tomar conciencia del lazo que los une a ellos. A medida que la humanidad avance espiritualmente lo hará también el vegetarianismo y el respeto por los derechos de los animales. En las civilizaciones humanas espiritualmente más avanzadas, un peldaño por encima de las vuestras, el comer carne de animales les es tan repugnante como lo es para vosotros comer carne humana, y, por supuesto, no se divierten enjaulando, torturando o matando animales, como pasa en vuestro mundo.

Ya, pero yo siempre he oído que para estar sano hay que comer de todo, también carne, y que si no comes carne puedes enfermar por la carencia de algún nutriente esencial. ¿Qué hay de cierto en ello?


Es cierto que cuando una persona que ha comido carne durante toda su vida decide pasarse al vegetarianismo es recomendable que lo haga progresivamente, pues su fisiología se ha de acostumbrar a ello. Pero no es cierto que el vegetariano tenga ningún déficit alimenticio. Las legumbres son fuentes de proteína abundante y no provienen de la carne. Todo lo contrario. Son mucho más saludables. Siendo vegetarianos evitaréis muchas enfermedades que provienen de la putrefacción de la carne dentro de vuestro organismo y por la distorsión y el descenso de la tasa vibratoria del cuerpo astral que provoca la ingestión de un ser tan semejante en evolución a vosotros. Para vuestra fisiología, una dieta ovolacto-vegetariana es perfectamente saludable y aporta todo lo que el organismo necesita.

¿Y de qué depende que el espíritu deje de encarnar en una especie y pase a encarnar en otra más evolucionada?


Del avance que haya logrado durante esa etapa. Hasta que el ser espiritual no haya aprendido lo suficiente encarnando en las especies de semejante nivel evolutivo, no pasará a encarnar en especies del nivel evolutivo inmediatamente superior. Los seres que más rápido avanzan son los primeros que pasan a encarnar en las especies un peldaño por encima de la actual.

¿Y esto puede ocurrir también en humanos? Quiero decir, ¿qué pasará cuando nosotros evolucionemos por encima de la capacidad de nuestra especie a nivel físico?


Vosotros todavía no utilizáis ni la cuarta parte de la capacidad potencial de vuestro organismo, así que todavía estáis lejos de poder argumentar que vuestro organismo se ha quedado obsoleto para dar soporte a vuestras crecientes capacidades. De todas maneras, la especie humana de vuestro planeta ya va evolucionando en el plano físico, lenta pero inexorablemente, paralelamente a vuestro progreso espiritual, así que no debéis preocuparos por si el cuerpo no responde a vuestro nivel evolutivo. Como ya he dicho, la fase de evolución humana no es ni mucho menos el final de la evolución espiritual. Ni siquiera el nivel de humanidad en el que estáis vosotros es un nivel avanzado todavía, ni en lo espiritual ni en lo físico. Al igual que dos peldaños por debajo del vosotros existía el Homo Habilis y un peldaño por debajo, el hombre de Neanderthal, por encima de vuestro nivel existen 4 niveles de humanidad más (desde el 4.4 al 4.7), espiritualmente con mayor capacidad de amor y de sabiduría. Estos seres sí que necesitan de cuerpos más avanzados, más sutiles y con mayor capacidad que los vuestros para poder desarrollar todo su potencial.

¿Y dónde están esos superhombres, que yo no los veo por ningún lado?


Existen humanidades enteras habitando otros planetas, abarcando todos los niveles evolutivos, y por tanto, también los que son superiores a los vuestros. Incluso algunos pocos de esos humanos más avanzados han vivido y están viviendo entre vosotros para ayudaros a incrementar vuestro nivel evolutivo. Pero hablaremos de este tema más adelante.

¿Y hacia dónde va nuestra evolución física? Es decir, ¿en qué cambiará nuestro cuerpo físico?


Será como ir cambiando de ropa, desde un traje de esparto hasta un traje de seda, pasando por la pana, la lana y el algodón como etapas intermedias. Se volverá más sutil, menos denso, y por tanto necesitará de una alimentación menos agresiva: será más energética y menos material. Seguirá aumentando la capacidad cerebral, lo cual, aparte de permitir un mayor desarrollo de la capacidad intelectual, servirá para dar sustento al desarrollo de las percepciones extrasensoriales como la telepatía, la clarividencia, la telekinesia, que para vosotros ahora sólo están en estado latente, hasta el punto de que la mayoría las desconocéis y negáis su existencia. De hecho, los pocos que las tienen desarrolladas, sea de forma innata o por su propia voluntad y esfuerzo, son considerados unos lunáticos por el resto. En general, será un cuerpo menos dotado para los trabajos físicos duros y más sensible a los sentimientos y a los pensamientos.

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