sábado, 15 de marzo de 2014

ABRIR EL CORAZON

Recientemente alguien me preguntó cómo podemos abrir nuestro corazón si sentimos que lo hemos cerrado.

Yo respondí que muchos de nosotros hemos sufrido: la pérdida de un ser querido, en el matrimonio, en el amor mismo. Y sí, a veces debido a este sufrimiento, intentamos cerrar nuestro centro emocional.

La verdad es que abrir nuestro corazón es una elección consciente y proactiva. Si no enfocamos nuestra intención en mantener nuestras emociones abiertas y vivas, si no le pedimos ayuda al universo, el cambio no ocurrirá. Algunas personas dicen que el corazón es sólo un músculo, que no “siente”. Pero la verdad es que nosotros como seres humanos somos más que sólo un corazón físico. Nosotros sentimos, y la manera de sentir positivamente es concentrarse, meditar, y tocar mañana el alma de más personas de las que tocamos hoy, y querer que otras personas nos conozcan y sientan nuestra energía.

Hoy en lo que hagas a diario practica abrir tu corazón. Acércate a alguien que no conozcas o a alguien que usualmente no le hablarías y di: “Hola, ¿cómo estás?”. Inyecta ocupación y cuidado. Haz esa llamada a un amigo o a un miembro de tu familia.

Recuerda, son los esfuerzos pequeños los que hacen una gran diferencia a la larga.

Karen Berg

QUE LA SEMILLA DIVINA DEL CRISTO FLOREZCA EN CADA ALMA.
NAMASTÉ

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