Se acabó el tiempo de rendir culto a deidades e instituciones religiosas como fuente de la verdad sutil, porque seguir con esa práctica significa colocar intermediarios entre uno mismo y los planos divinos y mendigar por fuera un tesoro que en realidad se encuentra escondido en el interior de cada uno.
El ser luz dentro de cada ser humano, requiere de gran libertad, de un cerebro muy claro, no un cerebro condicionado y tener un cerebro activo, capaz de afrontar retos, de cuestionar, de dudar, implica tener energía. Pero cuando se depende de otros, siempre pierde la energía, por eso la verdadera comprensión en una persona tiene dos atributos: consciencia y acción y juntos forman un vinculo natural.
¿Quién puede disfrutar de la iluminación y permanecer indiferente a los sufrimientos del mundo? Eso no está en armonía con el Camino a seguir. Sólo quienes aumentan sus servicios junto con su comprensión pueden ser llamados hombres y mujeres encendidos, mensajeros de la luz: ir más allá del límite es exceso; desviarse de las órdenes o presionar para el fin es algo peligroso, llegar a un buen fin lleva largo tiempo; un mal fin no puede cambiarse posteriormente.
¿Puedes permitirte ser descuidado/a? Simplemente sigue las cosas y deja que tu mente se mueva libremente. Resígnate a lo que no puede evitarse y nutre lo que está en tu interior; esto es lo mejor. ¿Te preguntas qué más tienes que hacer para cumplir tu misión? Fluye con el destino.
Angel Luis Fernández.
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