Queridos Amigos, os saludo a todos desde el corazón. Sentid mi corazón, porque Yo estoy conectado con vosotros. Inhaladme. Entre nosotros hay una hermandad, una afinidad mental entre vosotros y Yo; y también con un grupo más grande de Almas amigas, de Trabajadores de Luz. Algunos lo sabéis y otros no, al menos no en el sentido terrenal, pero hay una afinidad, una unión mayor de la cual sois parte. Siente esa unión en tu interior.
Todos estáis tratando de hallar un equilibrio entre vuestro Ser Terrenal y vuestro Ser Álmico. Por una parte, eres un Humano terrenal, nacido en un cuerpo con una predisposición hacia cierta personalidad; y eres criado en las culturas y tradiciones de la Tierra. Por otra parte, está la realidad mayor de tu Alma, tu Herencia Cósmica. Tu Alma es mucho más antigua que esta vida individual; y ha acumulado una cantidad de experiencia en varias encarnaciones. Además de tu familia terrenal, como Alma eres parte de una Familia Espiritual más grande que reside parcialmente en la Tierra y parcialmente en otros mundos.
Frecuentemente la fusión de tu Alma con tu Yo Terrenal es confusa para ti. ¿Cómo los integras? Muchos sentís la realidad de vuestra Alma. Sientes que a través de ti fluye algo que "no es de esta Tierra", algo que no se puede atribuir a tu crianza, a tus genes, ni a tus antecedentes culturales. Hay algo único e insondable que te hace "Tú". Las personas sensibles pueden tener vislumbres de su Alma, porque intuitivamente están conectadas con un mundo interno que está más allá del espacio y el tiempo; y frecuentemente quieren ser de ese mundo plenamente. Sienten que su Hogar, su Fuente, está allí; y están en lo cierto. Sin embargo, por causa de que has estado viviendo como un Ser Humano, aquí y ahora, es necesario darle una incorporación a la conexión con tu Alma: "manos y pies". No debes cortar la conexión entre tu Alma y la Tierra, sino precisamente lo contrario: afirmarte en esa conexión; y hacerlo con entusiasmo y pasión. Entonces habrás integrado verdaderamente tu Yo Terrenal con tu Yo Álmico.
La razón por la cual esto es frecuentemente difícil para vosotros, es que muchos de los Trabajadores de Luz dais prioridad a vuestra Alma sobre vuestra personalidad terrenal. Asumís que vuestra Alma sabe mejor qué hacer. Sin embargo, aunque como Humano terrenal debes permitirte ser inspirado por tu Alma, tú eres y debes ser quien determine las elecciones y tome las decisiones. En últimas tú eres quien crea tu vida; permíteme explicarlo.
Frecuentemente te preguntas: "¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo debo manejar esta situación? ¿Qué significa esto para mí?" Estáis inclinados a buscar la respuesta fuera de vosotros; y con eso quiero decir fuera de vuestra personalidad terrenal. Si no estás aún muy adelantado en la senda del desarrollo interno, buscas fuera de ti a una persona que te dé la respuesta; alguien a quien admiras, alguien que crees que tiene la experiencia necesaria en la materia. Entonces vuestra pregunta tiende a ser: "¿Puedes decirme qué hacer?" Cuando haces eso, te disminuyes en cuanto a visión y conocimiento, al poner a la otra persona por encima de ti. Sin embargo, cuando llegas a la madurez espiritual, asumes responsabilidad por ti mismo y por tus decisiones. Aún así puedes consultar a otra persona, alguien a quien estimes mucho, a quien respetes; y puedes evaluar desde todos los ángulos el consejo de esta persona; pero tú, tú mismo decides qué hacer con ese consejo. Ésa es la conducta de un Alma madura, de una persona adulta.
Ahora, todos sabéis que no debéis depender de otra persona para vuestras elecciones, pero aun así lo hacéis mucho en vuestras relaciones con vuestros guías espirituales y con vuestra Alma. Por ejemplo, te preguntas: "¿Qué debo hacer en esta situación? ¿Cuál es la mejor opción para mí?" A partir de tu deseo de seguridad, te vuelves a una fuente espiritual para pedir consejo: a tus guías, profesores, o Ángeles del otro lado, o a tu propio Yo Superior. O consultas a un médium espiritual para que te dé información "superior", o tratas por ti mismo de entrar en contacto con tu Alma, con tu Yo Superior, o con tus guías. Pero mira un poquito más detalladamente lo que eso significa. De hecho estás llevando a cabo la misma acción que cuando acudes a otra persona para pedirle consejo: estás buscando las respuestas fuera de ti mismo.
Por supuesto, puedes decir: "Sí, pero esas fuentes espirituales realmente saben más que Yo, tienen una perspectiva o visión general mejor, mis guías son más desarrollados que Yo, mi Alma se mueve en una dimensión superior; así que es bueno recurrir a ellos para obtener consejo". Pero repito, cuando haces eso estás despreciando tu "pequeña" personalidad terrenal. Frecuentemente consideras que tu personalidad terrenal no es la parte más sabia ni más alta de ti; y que tienes que recurrir a alguna "autoridad" que entienda mejor la situación y lo que debes hacer con tu vida. Éste es un error; y éste es mi mensaje de hoy.
Primero que todo, el Alma no es perfecta, también se está desarrollando. Es una realidad dinámica que continuamente se enriquece con las experiencias. Ciertamente el Alma tiene una perspectiva que trasciende la perspectiva de un Ser Humano; y frecuentemente tiene una visión mayor. El Alma también entiende más profundamente; y tiene una visión más general de todo el rompecabezas; mientras que tú en la Tierra tienes a la mano unas pocas fichas del rompecabezas; y no ves la imagen mayor. Pero el punto importante es que sí, es bueno que sientas a tu Alma, que te conectes con ella, que le consultes; y que obtengas información de esa dinámica fuente multidimensional en desarrollo. ¡Pero eventualmente eres Tú, el Yo Terrenal que tiene tu nombre terrenal, ese Yo Único que eres ahora mismo, quien debe tomar la decisión! En todas las cosas que haces hay un momento de elección y decisión, que es y siempre será completamente tuyo. Ni tu Alma, ni un guía, ni el más sabio profesor de la Tierra, ni siquiera Dios, puede hacer esto por ti. De hecho, un profesor espiritual real no quiere hacerse cargo de ti.
La necesidad de tomar tus propias decisiones, realmente tiene que ver con tu poder único propio: que tú creas tu vida terrenal a tu propia manera. Y adicionalmente, puedes seguir apelando a todas clases de fuentes de conocimiento y sabiduría, tanto terrenales como cósmicas. Pero para ti el desafío es relacionar estas fuentes externas con tu verdad interna; y sentir qué es correcto para ti y qué no. No existe tal cosa como un conocimiento absoluto, todo es relativo. Lo que es verdad en tu vida se revela en la relación entre tú y el mundo; y esa relación es diferente y única para cada persona. Sin importar cuánta información recibas de fuera de ti mismo, lo importante es que evalúes esta información y la relaciones con tu situación, con tu realidad diaria y con tu Ser terrenal, para ver si es aplicable.
Siente tu personalidad terrenal en todas sus facetas: su temor, su dolor, su esperanza, su alegría; y todas esas emociones que tan profunda y tangiblemente forman la Vida Humana Terrenal. Frecuentemente estas emociones te confunden, incluso te agobian; y buscas algo para aferrarte, por encima o por fuera de ti. Pero me gustaría enfatizar que la respuesta y el fundamento yacen dentro de ti; y no en tu Alma ni en tu Yo Superior, sino en tu interior. Realmente Tú eres tu Yo Superior y tu Alma, pero eres una parte y no el total. Eres un aspecto de tu Yo total; eres el aspecto que está encarnado aquí y ahora; y que está acumulando experiencias; y por eso tienes más conocimiento de lo que es bueno para ti.
Desciende a tu cuerpo, que está tan estrechamente conectado con tu Yo Terrenal. Permite que tu conciencia descienda a tu cuerpo de manera relajada y cómoda. Imagina que tu conciencia es una Luz; y que esa Luz es quien tú eres y quien hace las elecciones. Ésta Luz elige estar completamente aquí y ahora; y descender a tu pecho, a tu vientre, a tus muslos y a tus rodillas, hasta bajar hasta tus piernas y pies. Siente que la Luz penetra completamente tu cuerpo; y siente el poder y la vitalidad de tu cuerpo. Siente que tu cuerpo es mucho más que una combinación de células físicas: es un ser vivo, sabio, inspirado. ¿Y quién eres tú? Tú eres el que se ha conectado con este cuerpo para esta vida. Tú eres bello y vasto; y te has conectado con este Ser que ahora lleva tu nombre. Siente el arrojo y la valentía que fueron necesarios para hacer eso.
Llegaste aquí como un Rayo de Luz desde tu Alma; y te encarnaste en este cuerpo y esta personalidad, que son completamente nuevos. Tú eres parte de tu Alma, pero tú también aportas algo esencial a tu Alma, algo nuevo y único; y ése eres tú. Tú eres un todo autónomo; no dependes de fuerzas más grandes que tú. Por ti mismo eres una creación; mejor dicho: por ti mismo eres un creador. Siente el valor y el poder y la belleza de serlo. Mi más profundo deseo es que reconozcas tu propio valor y no sigas hablando de un Yo Superior o inferior, sino que reconozcas que tu Yo Terrenal es el ancla de tu existencia, aquí y ahora. Desde ese Yo puedes consultar a otras fuentes terrenales, guías, profesores, terapeutas, consejeros, médicos; o a tu propia Alma por medio de la meditación o la contemplación interna; y recibir toda esa información; luego harás las consideraciones y tomarás tus propias decisiones.
¿Y cómo haces eso? Probablemente ésta sea tu siguiente pregunta. Inténtalo. Imagina que ahora tienes una cuestión en tu vida que te hace sentir desesperado, de la cual piensas: "Realmente yo no sé qué hacer". Ahora desciende completamente a tu Yo Terrenal, di tu propio nombre y siente la Luz de la Conciencia en tu vientre, en tu Chakra Raíz. Luego vuelve a hacerte la pregunta y siente una respuesta que sube desde el profundo interior, desde tus cimientos, desde tu núcleo. Tan sólo lo sabes. Tienes el conocimiento y los recursos internos necesarios para responder las preguntas de tu vida.
Está en ti, Tú eres el ancla, el punto de recolección de conocimiento, experiencia, Luz. Y a partir de todo lo que has acumulado en esta vida, tomas decisiones basadas en tu poder de discernimiento. Posee ese poder, esa libertad. Eso es lo que te hace "grande" y permite que crezca tu auto-consciencia, así que comienza a confiar en tu discernimiento y elecciones propios, en tu sentido de lo que es mejor para ti. No se trata de saber las cosas con certeza; se trata de atreverte a confiar en quien eres y en lo que sientes en tu profundo interior. Tú estás aquí no para hacer elecciones "perfectas", sino para experimentar tu propio poder creativo al aprender y crecer a partir de las elecciones que haces.
Por eso ahora quiero darte simbólicamente una antorcha de Luz para expresar que no tienes que buscar la Luz en Mí. Está en Ti; y Yo quiero hacerte consciente de eso; quiero devolvértelo. En el pasado habéis buscado fuera de vosotros con demasiada frecuencia. Mira para ver si puedes aceptar la antorcha que Yo te ofrezco, e interiorizarla como algo tuyo. Observa para dónde va esa antorcha en tu cuerpo, dónde tiene su morada natural. Allí es donde reside tu conocimiento más profundo sobre cuál es tu Senda. Tú tomas las decisiones y aprendes a partir de las elecciones que haces; y así es exactamente como debería ser en esta Vida Humana. No subestimes "Tu" verdadero poder, el poder del "Tú" encarnado en la Tierra. Es la más íntima fuente de sabiduría que jamás tendrás. Tú eres el creador de tu vida.
Yeshua.
Canalizado por Pamela Kribbe
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