UNA PLEGARIA SILENCIOSA
En mi corazón, yo acepto mi perfección.
Yo acepto que la alegría que quería, está ya en mi vida.
Yo acepto que el amor que pedí en la oración, está ya dentro mio.
Yo acepto que la paz que pedí, sea ya mi realidad.
Yo acepto que la abundancia que busqué, colma ya mi vida.
En mi verdad, yo acepto mi perfección.
Yo tomo la responsabilidad de mis creaciones personales, y de todas las cosas que están en mi vida.
Yo reconozco el poder del Espíritu que está dentro mio, y se que todas las cosas son como debieran ser.
En mi sabiduría, yo acepto mi Perfección.
Mis lecciones fueron cuidadosamente elegidas por mí mismo, y ahora yo las estoy atravesando con plena conciencia.
Mi camino me lleva por un sendero sagrado, con un propósito divino.
Mis experiencias, se convierten en parte de un Todo.
En mi sabiduría, yo acepto mi Perfección.
En este momento me siento en mi silla dorada, y se que soy un ángel de luz.
Yo miro sobre mi bandeja dorada, el don del Espíritu, y se que todos mis deseos fueron ya plenamente cumplidos.
Por amor a Mi mismo, yo acepto mi Perfección.
No Me sobrecargo con juicios ni con fardos pesados.
Yo acepto que cada cosa de mi pasado, fue dada con amor.
Yo acepto que cada cosa en este momento, proviene del amor.
Yo acepto que cada cosa de mi futuro, traerá un amor más grande.
En mi ser, yo acepto mi Perfección.
QUE ASÍ SEA
No hay comentarios:
Publicar un comentario