Otra falta de sentimiento del propio valor la encontramos en la persona que se ha acomodado, la que cuando se encuentra en una ronda de conversaciones, mira primero a su alrededor para ver cuál es la opinión reinante. Entonces defiende la misma opinión. No se atreve a decir que no, cuando alguien les pide algo. Estas personas quieren ser populares con todos. Pero como quieren contentar a todos, permanecen incoloros y no encuentren finalmente a nadie que quiera ser realmente su amigo. Por su afán de contentar a todos, pierden el derecho a vivir realmente su propia vida.
La razón de esa conducta “acomodada” es que estiman únicamente su propio valor por la confirmación e interés que reciben de los otros. Tienen que comprar la aceptación por parte de otras personas. En su infancia no experimentaron nunca que son aceptadas por sí mismas. Eran siempre aceptadas a condición exclusivamente de que fueran buenas y se acomodaran. Y, así, intentan acomodarse y hacerse popular con todos. La gente así desarrolla estrategias de supervivencia, estrategias para ganarse la aceptación por medio de sus actos o de la acomodación. Pero eso precisamente no es vivir, sino tan solo sobrevivir.
Tales personas viven siempre en tensión, sin saber si serán aceptadas por otros. PUESTO QUE ELLAS NO SE ACEPTA A SÍ MISMAS, GIRAN SIEMPRE EN TORNO A LA ÚNICA PREOCUPACIÓN DE SER ACEPTADOS POR LOS OTROS, y experimentan así la justificación de su propia existencia. Y tienen miedo constantemente de ser rechazados. TODO LO QUE VEN LO REFIEREN A SÍ MISMAS. Puesto que no se aceptan a sí mismas, creen que los otros no van aceptarlas tampoco. Y, no obstante, su anhelo más profundo es ser aceptadas por fin alguna vez, ser consideradas finalmente como valiosas a los ojos de los demás. ANDAR BUSCANDO SIEMPRE LA CONFIRMACIÓN ES VIVIR A NIVEL REDUCIDO. Siempre tiene uno que orientarse por los demás. Se tiene miedo de expresar su propia opinión, porque los demás pudieran reírse de uno.
La persona con un intenso sentimiento del valor propio, sabe lo que quiere y lo pone en marcha aunque todos se vuelvan contra ella. No necesita hacerse popular entre la gente.
LIBRO: Como estar en armonía consigo mismo.
AUTOR: Anselm Grün.
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