Siempre hay una multitud de probabilidades favorables donde elegir. Por favor, ten en cuenta ese potencial y no te fijes en las preocupaciones. Preocuparse es una auténtica pérdida de energía en cualquier situación. La preocupación crea una vibración distorsionada y te quita energía. ¿Y cómo evitar la preocupación? Tienes que averiguar tus creencias respecto a qué te preocupa.
Libera tu necesidad de estar al mando y tener que controlarlo todo. Reemplaza la preocupación por una declaración que afirme desde tu interior tu elección de confianza y paz. Aprende más sobre ti mismo y presta atención a cómo manejar la energía. Date cuenta de las cosas que ya no sirven y reconoce cómo tu murmullo interior se convierte en la película con la que te encuentras en el mundo exterior. Al agudizarse tu percepción, tienes que prestar atención para observar y aprender lo que se enseña. Selecciona cuidadosamente tus palabras y pensamientos, ya que la claridad del propósito te asistirá a la hora de comprender cómo creas tu realidad.
Tu relación con la Naturaleza también es de esencial importancia en el proceso de transformación. Pasa más tiempo en la Naturaleza; pasea y permite que tu atención se mueva como las hierbas con el viento. Los árboles y las flores sienten lo que piensas y, cumpliendo con su propósito, armonizarán de inmediato sus energías con las tuyas, produciendo una serie de vibraciones especiales, olores, formas, colores y sonidos (las energías más apropiadas en ese momento para que mantengas tu armonía y equilibrio). Cuando estás en comunión con la Naturaleza, estás intercambiando continuamente energías internas y externas. Las plantas desprenden oxígeno y tu desprendes dióxido de carbono (estáis sostenidos por una relación perfecta de dar y tomar).
Tienes que aprender a buscar la armonía y el propósito que hay detrás del majestuoso e impecable orden de la existencia. Si estás en una situación incómoda, carente de armonía y propósito, entonces debes buscar con sinceridad qué pasa con tus sentimientos, debes seguir el hilo hasta el origen, el concepto principal o la creencia a la que estás apegado y que crea esos resultados. Los sentimientos cambian al igual que el tiempo.
Pregúntate lo que el mundo exterior te quiere revelar. También considera lo que te estás mostrando a ti mismo al crear esa realidad que te imbuye. Deja pasar los conflictos de personalidad y busca una visión más amplia; busca los patrones y el mensaje más importante. Descubre la enseñanza. Confía en que hay una enseñanza y un propósito. Confía en que puedes crear lo que te apetezca dentro y fuera del tiempo. Aunque conocerte a ti mismo puede ser a veces el viaje más intenso que hayas hecho, tienes que aprender a cultivar un deseo profundo de conocer como no has conseguido nunca antes. Vivir en la Tierra en estos momentos tan intensos es tanto un extraordinario reto como un noble cometido para todos aquellos que están involucrados. Parece ser que la gente está haciendo lo mejor que sabe para transformar su vida. Comprender el proceso en el que están imbuidos les abre para sostener la existencia que, dicho sea de paso, les sustenta completa, total y graciosamente si les interesa mirar. Presta más atención a las realidades no publicadas y que pueden construir una vida plenamente significativa como una posibilidad alternativa.
Se consciente y baja el nivel de actividad. Y cuando te quejes y estés cansado, siéntate y descansa… deja de criticar y de quejarte. La culpa es el resultado de una conducta manipuladora. El enfado y la culpa implican una actitud de victimismo que, con frecuencia, refleja una falla de responsabilidad de asumir las propias decisiones, además de una falla de comprensión de las muchas capas de propósito y significado que duermen soterradamente en cada evento, ya sea de naturaleza personal o de alcance global. En muchos casos, el enfado surge cuando tienes la sensación de estar entre la espada y la pared y concibes tan sólo una interpretación de lo que está pasando. Recuerda que a veces las oportunidades se disfrazan de pérdida. No importa que pienses lo que tienes que hacer, ya que siempre existe una opción para solucionar el problema de forma armoniosa. Deja de apilar demasiadas cosas y que se desvanezca lo que tienes que dejar atrás. Incluso, si es necesario, márcha. Cuando culpas a las circunstancias externas, estás perdiendo una ola de conciencia, ya que, en realidad, eres tu quien crea y atraes la situación. Siempre que utilizas excusas, no participas en la jugada.
La naturaleza de la existencia es amable y significativa y, como diseñador de la realidad, debes preguntarte por qué diseñas aquello que haces. Presta atención al momento y cómo utilizan tus pensamientos y tus palabras para crear tu entorno exterior. ¿Realmente estás convencido de lo que estás diciendo?; ¿eres consciente de lo que dices? Es esencial aprender ese nivel de conciencia, ya que las oportunidades se van expandiendo hacia nuevos territorios de inteligencia para ofrecer unos resultados fantásticos para una vida sana y con sentido. Para sanar y transformar tu mundo, tienes que estar dispuesto a conocer unas cuantas verdades muy duras. Es tu suerte y tes permitirá ser libre para investigar quien eres y cuál es tu lugar en la existencia. Eres libre para saber y para evolucionar consciencialmente.
Mientras, nosotros observamos y esperamos pacientemente, animándote y aguardando todo el tiempo para ver lo que haces para salir airoso de todo esto. Por ahora, intenta enfocar tu mente hasta el campo de frecuencias en el que jugamos nosotros. Es más importante de lo que piensas.
Noa Rosa
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