sábado, 15 de junio de 2013

TODOS SOMO UNO EN DIOS

Todos Somos Uno en Dios

Todos estamos soñando (literalmente) el sueño de la separación de Dios, cosa que es imposible y por lo tanto nunca ha ocurrido. Todo lo que hemos aprendido (al ser un sueño) es mentira.

Por eso el Zen dice: " Deshazte de tus opiniones”. Y por eso el filósofo Sócrates decía " Yo sólo sé que no sé nada ", porque era consciente de la ilusión y por lo tanto consciente de que su conocimiento era igualmente ilusorio.

La Reencarnación bien podría llamarse " la Rensoñación". Pensar que esta " vida " es real equivale a pensar que Dios es cruel por el sufrimiento, la guerra, el mal, la venganza... y todo lo negativo. Esto es obviamente falso. Dios que es Amor puro, infinito e incondicional jamás creo eso, eso lo estamos soñando nosotros y por lo tanto no es Real.

La vida es un sueño y esto por si mismo valida el Amor Infinito de Dios. Todo parece muy real pues en el sueño el efecto sigue a la causa. Pero todas las enseñanzas Espirituales apuntan a que esto no es real, al igual que la física cuántica.

La mente de separación empieza por creer que podemos estar separados de Dios, esto da lugar a la Ilusión del ego, que a su vez da lugar a críticas, opiniones y juicios condenatorios que hacen que el sueño nos parezca real. También hay que tener en cuenta que lo positivo también es un sueño, y entonces podemos soñarlo conscientemente y disfrutarlo.

Cada vez que juzgamos o condenamos a alguien, proyectamos sobre ese alguien la culpa de algo. Como ese alguien no existe... ¿A quién realmente estoy juzgando ? solo a nosotros mismo. ¿A quién estoy culpabilizando? solo a mi mismo porque soy yo el que sueña eso. ¿Y ha donde va a parar la culpa? A nuestro inconsciente. El inconsciente es una memoria que vuelve a proyectar fuera y empieza de nuevo todo el círculo ilusorio.

Esta culpa ilusoria e inconsciente debe deshacerse por medio del perdón ilusorio consciente. Nos condenamos en el sueño y también podemos perdonamos en el sueño para empezar a deshacer lo irreal, lo ilusorio.

Hay que tener cuidado, que el perdón no sea una pantomima del ego ilusorio. El ego ilusorio piensa de la siguiente manera: " Yo que soy tan bueno y tan espiritual te perdono a ti por esto, por aquello y por lo otro". Esto una vez más da lugar a creer que el sueño es real y que hay alguien ahí fuera a quien yo perdono. Todo esto es un cuento egotico.

El verdadero perdón consta de varias partes a aplicar: 1º) Tomar conciencia de que estamos soñando. 2º) Perdono lo que veo porque no es real (no perdono a alguien, sino a la ilusión de lo que veo). 3º) Me perdono a mi mismo por soñar esto. 4º) entrego mi sueño al Universo para que Él me guie a través de las ilusiones de vuelta a la Única Realidad: Dios. Puesto que reconozco que todo lo que se es, es una ilusión y el Universo sabe diferenciar lo falso de lo Verdadero. Con la práctica y la repetición del perdón consciente, crearemos la costumbre de en vez de juzgar algo que es falso, perdonaremos la ilusión de ello y a Nosotros mismos por soñarla. Esto ira deshaciendo la culpa inconsciente en vez de seguirla acumulando en el inconsciente y proyectándola en el exterior.

Si seguimos pensando que esto es real seguiremos soñando. Si le quitamos a esto la realidad que nosotros mismos le hemos dado empezaremos a despertar. Cada uno tiene su libre albedrío quien quiera seguir soñando que siga. El ego opondrá toda la resistencia posible, pues este es su final. Puede que no sea fácil deshacer todo lo que hemos soñado. Nuestro conocimiento es un sueño, el pasado ha sido un sueño... Reconocer, interiorizar y llevar a la practica día a día el ser consciente del sueño es elegir el camino del despertar; el regreso a Dios.

Gracias a todos/as por permitirme compartir con vosotros/as estas reflexiones extraídas de un Curso de Milagros.

Me amo y me reconozco en ti.

César de Morey

Tu amigo del Alma

No hay comentarios:

Publicar un comentario