3 RECOMENDACIONES PARA TRATAR CON VAMPIROS EMOCIONALES
Seguimos hablando de cómo tratar con vampiros emocionales; ese tipo de personas que apagan nuestra chispa y fagocitan nuestra energía. (Un poco exagerado, pero bueno…)
Hoy nos centraremos en los tres pasos básicos para protegernos de su mordida.
Para situarnos, vayan estos ejemplos sobre qué tipo de cosas suelen hacer estos seres siniestros para dejarnos la moral por el suelo:
Meter la nariz en todo cuanto hacemos, sin respetar nuestro espacio personal.
Pedir y pedir más, sin aceptar un “NO” por respuesta.
Criticar, criticar y criticar todo y a todos.
Echar la culpa a todo lo demás, con tal de no asumir sus responsabilidades.
Quejarse continuamente, sin descanso.
Buscar discusiones, haciendo una montaña de un grano de arena, sin abrir la posibilidad de llegar a un acuerdo.
¡Ojo! Que cualquiera de nosotros sufre o ha sufrido de alguna fase vampírica, pero no nos referimos a eso, sino a la gente que ha adoptado alguna de esas actitudes de manera permanente.
Las actitudes se eligen. Y si alguien ha elegido comportarse así por sistema, quiere decir que le compensa.
Naturalmente, se puede hablar, haciéndole ver a la persona que su actitud nos está afectando (como nos comentaba Jorge Lasave en Facebook). Pero, cuando la situación rebasa un límite, hemos de asumir que ninguno de nosotros tiene porqué sufrir por las actitudes que otro ha elegido.
Así es que, si tú no quieres que otro te succione la alegría de vivir (sólo porque ha elegido hacerlo), aquí tienes las tres recomendaciones básicas que te mantendrán a salvo:
Reconócelo pronto
El vampiro no siempre muerde la primera vez que lo tratas. Si no, fíjate en las películas de Drácula… El trato inicial suele ser seductor, para llevarte a su terreno.
Quizás te atraiga su modo de exagerar las cosas o las historias que te cuente, pero en algún momento vas a tener la sensación de que algo va mal.
Si cuando dejas de estar con esa persona te sientes triste, cansado, tenso, confuso, irritado o hasta con dolor de cabeza, fíjate bien en esos síntomas. Sí, ya estás contaminado con su mordedura…
Limita tu contacto con esa persona
Si te es posible, pasa menos tiempo con esa persona. Si no lo es (como puede pasar con los compañeros de trabajo o con alguien de la familia), marca una distancia emocional, tratando de ser lo más educado y respetuoso que puedas.
No trates de cambiarle
Hasta los psicólogos, que son especialistas en estos asuntos, se las ven y se las desean a veces para ayudarle a cambiar a una persona que muestra estos comportamientos.
El vampiro tiene problemas, es infeliz, pero la persona con esta negatividad cronificada se resiste a cambiar. Esto es porque obtiene beneficios de ese comportamiento negativo: recibe más atención, ejerce control… y se ha acostumbrado a manejar así el entorno.
Lo suyo sería que la decisión de cambiar saliera de esa persona y, mientras tanto, la mejor opción para ti, que estás cerca, es protegerte a ti mismo, estableciendo límites claros y firmes para no sufrir daño.
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