domingo, 16 de junio de 2013

LLEVAR LA CRUZ DE OTRO.

Enseguida sabrás a que me refiero con este nombre, solo hace falta que contestes si a una de estas preguntas.
...
¿Sientes a menudo que haces algo por otra persona y ella no parece darle importancia, es como si no lo apreciara?.

¿Es frecuente en ti rodearte de personas que se quejan de lo mal que les va todo y acabas sin energía o de mal rollo?

Ante tensiones prolongadas ¿acabas con problemas físicos? Dolor de cabeza, problemas de estómago etc.

En las personas sensibles, es frecuente que esto ocurra con cierta frecuencia ya que es posible que al tener la facilidad de empatizar y entender las emociones de los demás absorban su carga emocional y en muchos casos hasta carguen físicamente con la “cruz karmica” de otros.

Esto por supuesto es un error ya que esa “cruz” esta destinada a que ese Ser aprenda algo que de otra manera no vería, y si cargamos con ella sin que el nos lo pida, primero el no vera que lo estamos haciendo, por que lo que para ti es evidente, para el es normal y creerá que te pasan las mismas cosas que a el por que la vida es así, segundo quizás le estas negando el camino evolutivo que el eligió. (Un caso especial es el de los hijos, ya que muchas veces en otro plano ellos nos han elegido como padres y si han solicitado esta ayuda, no siempre es así, pero si en muchos casos.)

Otra cosa muy diferente es cuando alguien nos pide ayuda, en ese caso ese ser es consciente de que su situación no es normal y hay una voluntad de cambio y por tanto de evolución.

El tema es muy serio y es importante que sepas que no estoy diciendo que no hay que ayudar a los demás, lo que digo es que primero hay que hacerles ver que tienen un problema y después si ellos quieren tu ayuda estar ahí.

Las emociones como el miedo, la ira, el enfado, la frustración, son energías -que menguan nuestra salud si no las sabemos gestionar- absorberán tu energía sin que te des cuenta.

Por lo tanto saber gestionar nuestras emociones es primordial para ayudar a otras personas al igual que obtener su permiso.

Se confunde con ser una “buena persona” o ser “muy sensible” pero ¿Cómo ayudar cuándo no tengo energía o no puedo gestionar mis propias circunstancias? ¿Cómo ser mejor persona o profesional si no tengo buena salud, motivación, fuerzas…? ¿Cómo hacer feliz a alguien si me paso la mayor parte del tiempo quejándome y triste?

Tenemos que aprender a ver nuestras vidas, desde fuera de nosotros, como si fuéramos una marioneta manejada por nosotros mismos, examinando nuestras emociones, viendo por que vienen a nosotros y rechazando o curando la parte física que nos provoca. confusión, agobio…Algunas personas responden incluso a la sobrecarga emocional negativa con ataques de pánico, depresión, gran ansiedad, fatiga crónica, síntomas físicos…

Para controlar la carga emocional hay técnicas que veremos en los videotutoriales, pero cuando estás emociones están muy arraigadas en nosotros no descartes la ayuda de un instructor o guía que te ayude a encontrarlas y a apartarlas de ti.

Aprende a ver en los demás un reflejo de ti. ¿Que sentimiento te causa esta o otra persona? ¿Por qué? Lo que te irrita, ilusiona, te produce compasión o cualquier sentimiento de otra persona es un reflejo de algo que esta en ti.

1. Identifica que llevas las cruces de otras personas y suéltalas. No son tuyas.

Cuando sientas que te invade esa sobrecarga emocional, para y procura averiguar cuál es el origen. ¿Es una emoción de otra persona, es una emoción tuya que te genera alguien o las dos cosas? Si son emociones tuyas (miedo, ira, rabia….), detecta qué es lo que la está causando, aunque en cualquiera de los casos, lo más útil y efectivo es que te mantengas calmad@y procures alejarte de la fuente, con perspectiva podrás trabajar mejor en ella. Ya sabes que desde la distancia las cosas se ven diferentes y aunque es algo que sabemos, no solemos practicarlo, de hecho, tendemos a hacer todo lo contrario.

2. Aprende a reconocer a las personas que pueden tocar tu sensibilidad en este sentido. Las personas que son particularmente difíciles son personas que suelen adoptar comportamientos de víctima, narcisistas y controladores.

3. Concéntrate en tu respiración: Esto te ayudara a calmarte y controlar mejor la emoción

4. Visualiza un escudo protector como una luz blanca al rededor de ti, piensa en ella como una luz que te protege de toda negatividad.

5. Rodéate de personas positivas y optimistas: El optimismo es contagioso.

6. Aprende a decir ¡NO!
Di en todo momento lo que piensas, y lo que sientes, siempre desde el respeto y con educación. Si no te apetece hacer algo, ir a algún sitio la decisión es tuya, puedes decir NO.

Espero de corazón que os sea útil. Y no esperéis a mañana para ponerlo en práctica.
Carlos de la Prida

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