Cuando somos verdaderamente sinceros con nosotros mismos, nuestro problema no es que las oportunidades de éxito no hayan aparecido. Dios siempre está expandiendo nuestras posibilidades. Se nos dan multitud de oportunidades, pero tendemos a sabotearlas. Nuestras energías conflictivas lo echan todo a perder. Pedir otra relación u otro trabajo no nos sirve de mucho si en la nueva situación nos vamos a mostrar exactamente tal como nos mostramos en la anterior. Mientras no nos sanemos de nuestros demonios internos, de nuestros hábitos mentales atemorizantes, convertiremos cada situación en la misma dolorosa tragedia que la anterior. Todo lo que hacemos está impregnado de la energía con que lo hacemos. Si estamos frenéticos, nuestra vida será frenética. Si estamos en paz, nuestra vida será pacífica. Así, en cualquier situación, nuestro objetivo es la paz interior. Nuestro estado interno determina las experiencias de nuestra vida, y no nuestras experiencias las que determinan nuestro estado interno”.
“Debemos reconocer conscientemente que, para Dios, «no hay grados de dificultad en los milagros». El amor sana todas las heridas. Ningún problema es demasiado pequeño para merecer la atención de Dios, ni demasiado grande para que Él no pueda resolverlo”.
“Volver al Amor” – Marianne Williamson
ResponderEliminarComentario por ૐiris lamat·ૐ♥♥♥ Hace 4 horas
Cuando eres hostil, te has desconectado de la fuerza de la intención. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y está libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre la razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: “No soy tu esclavo. Quiero abrazar la bondad y rechazo tu necesidad de tener la razón.
MUY INTERESANTE,GRACIAS!