sábado, 15 de marzo de 2014

SUPERANDO LA INSEGURIDAD

SUPERANDO LA INSEGURIDAD

Karen Berg

Recientemente, alguien me preguntó sobre la raíz de la inseguridad. Yo le respondí que sí, por un lado hay razones psicológicas que son la base para sentirse inseguro. Por ejemplo, quizás x, y, o z ocurrió durante mi infancia, así que ahora soy inseguro en ésta o aquella área.

Sin embargo, desde un punto de vista metafísico, la razón por la que quizás nos sentimos inseguros en esta vida es porque hay ciertos niveles que no alcanzamos en vidas pasadas.

En cierta forma, es como si hubiéramos sido muy perezosos para alcanzar lo que pudimos haber alcanzado, así que cuando regresamos a este mundo, lo hicimos con un sentimiento agobiante de que no somos lo suficientemente buenos porque nuestra naturaleza espiritual sabe que pudimos haber hecho las cosas de manera diferente la última vez que vinimos. Por ejemplo, quizás hay personas que pudimos haber ayudado pero dijimos: “Nah, lo haré para la próxima”.

Bueno, voilà… ¡ahora es “la próxima”!

Dicho esto, el propósito general de este tipo de inseguridad de hecho es positivo: Si la usamos de la manera correcta puede ayudarnos a empujarnos a hacer más, a compartir más, y a continuar luchando para revelar nuestro potencial en este mundo.

Digamos que no quiero ir a una fiesta porque estoy inseguro y tengo miedo de que no le voy a gustar a nadie. Sin embargo, aquí está mi oportunidad para hacer algo diferente. Esto no significa que tengo que exagerar y ser la persona más extrovertida y sociable de la fiesta, pero sí significa que quizás debería decirme a mí mismo: “Voy a ir a la fiesta y voy a intentar ser la mejor persona que pueda ser. Esta vez voy a hacer las cosas diferentes”.

La forma en la que podemos superar la inseguridad es empujarnos a decir: “Puede que no sea tan bueno como mi hermano, pero soy tan bueno como mí mismo y puedo hacer lo máximo que pueda”.

En la vida, en el momento en el que digamos: “No puedo hacerlo” o “Esto es muy difícil para mí”, regresamos a la inseguridad con la que vinimos. Ahora, no estoy diciendo que deberíamos estar preparados perfectamente o que debemos ser los mejores de todo en todo. No obstante, lo que digo es que cuando se nos presenta cualquier situación que representa un reto, el universo nos está dando la oportunidad de decir: “Oye, ¿sabes qué? Quizás si pueda hacer esto. Déjame intentarlo de nuevo”.


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