¿Deseas encontrarle?
Ten unos minutos para ti,
pues nadie puede darte ni regalarte a Khai,
sólo tú puedes descubrirle.
Entra en el SILENCIO.
Relaja, aquieta tu cuerpo.
Vacía tu mente,
alejando las preocupaciones por unos momentos.
Respira profundamente varias veces y después deja que el ritmo lento se vaya acomodando en tu cuerpo.
Escucha ahora los latidos de tu corazón
y nada esperes,
deja que el Silencio se instale en ti.
No tengas prisa, ni ansiedad,
siente el SILENCIO.
Khai llegará cuando menos lo esperes
y entonces sabrás que siempre estuvo.
Todo puede ocurrir… y ocurre.
Y cuando sientas la necesidad de volver a tu actividad cotidiana,
unos minutos después,
dale gracias a la Vida a través de ti,
del Ser perfecto que en realidad eres…
y vas descubriendo:
KHAI
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