sábado, 1 de marzo de 2014

LA MANIFESTACION DE LA ENERGIA

LA MANIFESTACIÓN DE LA ENERGÍA

Todo es energía en movimiento, nada existe en la creación que no sea energía en diferentes grados de manifestación; mis palabras, mi presencia, mi imagen, el contacto que establecemos entre nosotros y ustedes, la forma en cómo ustedes escuchan estas palabras y la forma cómo nuestros lectores observarán estas palabras, no es sino energía. La revista en donde se encuentra plasmado este mensaje es, igualmente, energía. Los átomos, los pensamientos, los sueños, las estrellas, los soles, las células, todo es energía en diferente grado de manifestación. Energía en movimiento, ésa es la materia prima con la que fue construido todo el universo.
¿Qué proporciona ese movimiento?. ¿Quién decide la dirección en la que se mueven las energías?. ¿Hacia dónde se encamina la evolución?.
La respuesta a todas estas preguntas son 3 simples palabras:

LA VOLUNTAD DIVINA

Es ella y sólo ella, la que decide la dirección en la que se moverá el universo, la dirección de la evolución, la dirección en que todos actuaremos.
Entonces, si el universo se mueve bajo el influjo de la Voluntad Divina, ¿qué es la Voluntad Divina?, ¿cómo es que la Voluntad Divina impulsa las diferentes fuerzas cósmicas a moverse en tal o en cual dirección?.
Les recordaré lo que un antiguo concepto explica: LO SUTIL MUEVE A LO DENSO.
La Voluntad Divina es la más sutil de las energías. La Voluntad Divina es una energía tan sutil, que forma la esencia más interna de todas las fuerzas que han sido puestas en movimiento en la creación universal. Es la semilla de todo lo que existe. Es una especie de luz tenue y difusa que se encuentra dispersa, perfectamente distribuida, en todas las cosas creadas, ésa es la Voluntad Divina, permanentemente presente en todas las cosas, infinita en todos los conceptos, eterna en todos los sentidos, una de las más gloriosas manifestaciones de Dios.
Así pues, siendo la Voluntad Divina la semilla de todas las fuerzas que se mueven en el universo, podemos esperar, entonces, que esa Voluntad Divina trabaje, igualmente, en cada uno de nosotros, como un chispazo divino, como una tenue llamita que, en alguna parte de nuestro ser, se encuentra permanentemente trabajando, impulsando a las otras energías a cumplir, igualmente, con sus funciones.
Ahora bien, la Voluntad Divina no admite, en ningún sentido, en ninguna forma, contravenencias a sus decisiones; sus impulsos son fielmente obedecidos por todas las manifestaciones más groseras de las fuerzas cósmicas. La Voluntad Divina se cumple por encima de todas las otras voluntades.
Partiendo de este concepto, podemos suponer, entonces, que todo lo que existe, existe por Voluntad Divina y entender aquellas sabias palabras de que todo lo que ocurre, aun el más mínimo movimiento de una hoja, ocurre por Voluntad Divina.
Hay grandes implicaciones en esto, porque, si esto es cierto, ¿qué podemos decir de las
voluntades humanas, son también inspiradas por la Voluntad Divina?. ¿Cómo es posible
que 2 personas mantengan un desacuerdo si ambas están siendo impulsadas por la
Voluntad Divina y ésta no admite contraposición

EL LIBRE ALBEDRÍO

Uno de los más grandes misterios que permite al ser humano trascender su naturaleza
humana es, justamente, comprender el significado exacto de lo que representa el libre
albedrío humano. La Voluntad Divina permite el libre albedrío humano y es aquí en
donde se encierra el gran secreto. Es Voluntad Divina que el hombre tenga libre
albedrío restringido a su campo de acción; este libre albedrío permite, a las conciencias
humanas, entender los procesos de la convivencia armónica en sociedad y de esta
manera, permite, igualmente, acelerar el proceso de armonización del ser humano con el
ser divino que mora dentro de él. A través del libre albedrío, el hombre aprende y
entiende los conceptos de la armonía universal. Tarde o temprano, ejerciendo su propio
libre albedrío, llegará a la conclusión de que la forma más alta de calidad de vida se
alcanza, únicamente, cuando alínea su voluntad humana a la Voluntad Divina y se hace
uno con el universo. De esta manera, la Voluntad Divina vuelve a triunfar y de esta
forma, el orden cósmico se mantiene. Y así, en las diferentes escalas, en los diferentes
niveles, cada criatura goza de un libre albedrío restringido a su propia esfera de acción.

EL UNIVERSO

El universo no es otra cosa que una increíble y maravillosa combinación de fuerzas que
se mueven en todos los sentidos y vitaliza a cada una de las criaturas que conformamos
al cosmos. Debemos entender que la tierra, con su humanidad, es una creación más,
dentro de esta inmensa construcción divina. Debemos entender, que el cuerpo de la
tierra, palpita de acuerdo a las mareas cósmicas, de la misma forma como el cuerpo del
hombre palpita con las mareas terrestres.

WOODCARVER - 26 feb. 14

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