domingo, 9 de marzo de 2014

HOO PONOPONO

HO’OPONOPONO
HO’OPONOPONO
(en hawaiano, “enderezar lo torcido”)

(nota publicada en el Sendero del Medio Nº 37)


El HO’OPONOPONO es básicamente una técnica de autosanación.

Todo lo que me rodea, mi familia, mis pacientes, mis amigos, los asistentes a mis talleres, la gente que cruzo por la calle e incluso, las noticias que leo o escucho a través de cualquier medio de comunicación, forman parte de mi realidad.

Por lo general enfocamos nuestra atención en algún aspecto o condición del “otro” que no coincide o armoniza con nuestro sistema de creencias, con lo que creemos que está bien o mal, sano o enfermo, estableciendo así una ilusoria separación entre los “otros” y “nosotros”, comenzando a etiquetar lo que nuestras creencias perciben, conforme transcurre nuestra vida en esta “realidad” a medias.

Personas iracundas, rencorosas, amorosas, prejuiciosas, enfermas, sanas, ricas, pobres, altas, bajas, lindas, feas, jóvenes, viejas… etc, son todas etiquetas que nuestra forma particular de ver el mundo (creencias) ha colocado en ellas, llevándonos a la ilusión de que el “otro” el que tiene el problema, la enfermedad o determinada condición.

Ésta visión sesgada de la realidad, enmascara una única verdad… “nada existe separado de nosotros…. Somos la totalidad… todos somos UNO” y es ésa ilusión sostenida por lo que “creemos” que es la realidad, la que necesitamos SANAR.

Al “crear” la fantasía de estar separado del resto y “creer” que sólo somos lo que vemos reflejado en el espejo, “creamos” un mundo con personas independientes (energéticamente hablando) de nosotros, y al verlo así, elegimos sanar a esas personas de “afuera”, excluyéndonos del conjunto… de la totalidad, del entramado energético que constituyen todas y cada una de las relaciones.

¿…Y si de repente, nos diéramos cuenta, que absolutamente nada de lo que existe afuera es verdad en si misma, sino una proyección de nosotros, producto de “nuestras creencias” …?

Hace mucho tiempo que estamos intentando cambiar el “afuera”, y lo que logramos nunca tuvo un efecto duradero.

Invertimos tiempo, esfuerzo, dinero, en definitiva todo tipo de energías para modificar lo que nuestros ojos captaban, como diferente. Durante años planeamos nuevas estrategias y buscamos nuevas recetas, recorrimos todo tipo de lugares, nos contactamos con todo tipo de personas para que solucionaran nuestros problemas… y lo único que conseguimos es más de lo mismo… relaciones parecidas, sufrimiento, una economía de subsistencia, angustia, trabajos y relaciones que parecen repetirse hasta el infinito, y todo esto por el simple hecho de “creer” que somos pobres humanos sujetos a los vaivenes de una vida difícil y nada más.

No hay nada “afuera” de nosotros que haya llegado a nuestra vida como consecuencia de un destino ajeno a nuestro control o como producto de la suerte, o de la “casualidad”.

“Sanador sánate a ti mismo y asi lograrás sanar a otros…”, es entre otras palabras el leit motiv del HO’OPONOPONO, técnica milenaria de los chamanes de la tribu de los Kajuna (Hawai) la cual fue re-descubierta y actualizada por el psicólogo hawaiano Ihealeakala Hew Len, quien al aplicarla dió de alta a todo un pabellón de enfermos psiquiátricos, algunos muy peligrosos, sin tener contacto físico con ellos, tan sólo trabajando con sus historiales clínicos.

A ésta técnica ancestral, valiosa y contundente la aplico en todos los órdenes de mi vida, obteniendo resultados asombrosos. Sumo sus herramientas a la hora de dar talleres, seminarios, charlas, en cada programa de radio, como también cuando trabajo con la emf balancing technique, generando en éste último caso una pronta mejoría, e incluso la remisión de los síntomas en tiempos increíblemente reducidos.

“Todos me muestran los aspectos y creencias, que necesito sanar…”

Sólo sanándolas, y por ende, lo que percibimos como “la única realidad” podemos liberar al otro de esa “etiqueta” que tan apropiadamente nos está mostrando, logrando así, su sanación.

Todos somos responsables por el mundo que experimentamos… y ello hace que la vida se nos manifieste bajo nuestras propias creencias.

“… Te pido perdón por los pensamientos equivocados, que no me permitieron ver el ser de LUZ que sos… y te AMO”

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