Ansiedad: cómo poder con ella
poder a la ansiedad
10/8/2013ArticuListos, Babor
Celia Ipunto
Tal vez no seas consciente. O quizá sí.
Caminas más rápido de lo habitual. Hablas más rápido y más alto de lo habitual. Estás nervios@, irritable. Duermes menos, comes peor. Las ideas negativas rondan siempre por tu cabeza: ¿qué va a ser de mi vida, qué va a pasar conmigo?
Nunca te cansabas como te cansas ahora. Es más: estás abatid@. La falta de energía te acompaña a diario. Digieres peor las comidas y, en ocasiones, te duele el estómago. También las articulaciones.
Tal vez seas consciente, o quizá no, de que tus días discurren en continuo estado de alerta. No sabes qué te sucede, aunque pudiera sucederte todo a la vez por lo mal que, en ocasiones, te encuentras.
Debes saber que lo que estás viviendo tiene nombre. Se llama ansiedad. Y surge de algo muy común a todos: el MIEDO.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
“Nadie tiene ansiedad si no está vigilando, si no se siente ante una situación de peligro, si no está observando continuamente para ver de dónde viene ese peligro“. El doctor Ángel Pérez trabaja con pacientes desde hace un cuarto de siglo aunando no sólo la medicina que conocemos, la medicina al uso (MAO, Medicina Alopática Occidental), sino también la Medicina Tradicional China y la Medicina Naturista Occidental. Él es quien nos va a acompañar en este viaje que nos llevará a mirar cara a cara esta anomalía, anomalía que puede conocerse, dominarse y, por supuesto, concluirse.
miedo ansiedad rotulo
Imagínate que estás en mitad de la sabana africana. Y, de repente, un león va a por ti. ¿Qué sucedería? Todo tu ser entra en estado de máxima alerta. Las pulsaciones de tu corazón se multiplican. Tu cuerpo se prepara para correr al 120% de su capacidad. Para salvarte la vida ante un extremo peligro.
Pues exactamente esto te sucede a diario con la ansiedad… lo único que el león es imaginario. El león que quieres ver no existe. “La ansiedad -asegura el doctor Pérez- es una alteración provocada por un estado de alerta crónico. No hay ansiedad si no hay miedo. Esto se ve más fácilmente en personas que han tenido vivencias emocionalmente asociadas con el miedo o con situaciones que nos cambian bruscamente la vida”.
Tu cuerpo, sometido a este ‘huir del león constante’ se agota. El estrés crónico fuerza al organismo, le resta energía. Por eso te cansas tanto. ¿Te imaginas cómo estarías después de correr varios kilómetros escapando de un depredador? Ahora entiendes lo que la ansiedad produce en ti: una verdadera paliza emocional y física.
ansiedad leon
LA RUEDA PELIGROSA
Vamos a explicarte ahora el mecanismo de un círculo vicioso. El del dominio de la ansiedad sobre ti. Por una circunstancia X dejas de creer en ti mismo y pierdes “tu identidad”. Ese conflicto afectivo te produce inseguridad y miedo. Ese miedo deriva en estrés, enfado, preocupación y tristeza. Se trata de un círculo vicioso que rueda rápido y puede degenerar en tristeza aguda (depresión) y en deterioro del organismo, provocando enfermedades degenerativas. El doctor Ángel Pérez habla de alzheimer y cáncer.
¿Por donde empezar a parar esta rueda que te está frenando la vida?
Vamos por ello. El primer paso es la alimentación. Eres lo que comes; parece lógico que comiences ayudándote por ahí.
LA ALIMENTACIÓN TE ECHA EL PRIMER CABLE
“Debes evitar todo aquello que irrite al organismo, que lo estimule. Por ejemplo, el café, el té, el chocolate, los refrescos de cola y el tabaco (sí: la nicotina no te relaja, no pienses lo contrario). También los azúcares refinados, la carne roja, los picantes y las harinas refinadas.
¿Qué ayuda? “Los cereales integrales, las nueces, las pipas de girasol, las verduras de hoja, los cítricos, tomates, patatas…” Y un trío excepcional: las algas, los dátiles (especialmente estos) y el plátano. También (y aquí utilizamos la medicina china) el tofu y el miso.
datiles
Vamos con las hierbas. No olvides que son siempre tus grandes aliadas. La Fitoterapia es un baúl de salud al que siempre acudir. Infusiones de valeriana, azahar, tisa, melisa, amapola, avena, lavanda, lúpulo, espino blanco o verbena te ayudarán… y mucho.
¿Pastillas? Éste es un capítulo aparte. La experiencia del doctor Ángel Pérez nos indica lo siguiente: “Ante una crisis de ansiedad sí son necesarias: hay que pararla. Pero las pastillas esconden la ansiedad, no la curan. Posponen la solución. No debe tratarse sólo con pastillas”.
¿Entonces? Pues esto:
PODER A LA ANSIEDAD
La ansiedad te domina. Y está haciendo de tu vida, en ocasiones, un lugar poco agradable de vivir. “Es necesario investigar el miedo, el por qué del enfado y de la alerta crónica (asegura el doctor Pérez). Y hay frases y afirmaciones que ayudan”. Ayudan a ponerle coto y freno. Por ejemplo, éstas:
-Yo, aquí y ahora.
-Yo soy importante y tomo decisiones favorables.
-Intento hacer lo que me gusta.
-Yo puedo crear algo nuevo.
aqui y ahora
Paralelamente al círculo del miedo está el círculo del poder. Del poder personal. La ansiedad tal vez haya surgido en ti para que tomes consciencia de tu fuerza y des el giro a tu vida que tu vida y tu ser te están pidiendo. Que impongas tu creatividad frente a tu tristeza, tu aceptación frente a tu preocupación por todo, tu alegría y tu autoestima frente a tu inseguridad.
¿Qué más? Por ejemplo, no olvidar grandes aliados. El primero, el ejercicio físico habitual (todo vale, pero el yoga es especialmente útil). El segundo, darte un tiempo para aprender a respirar profundamente y con consciencia; ahí comenzarás a meditar y no hay mejor conquista en tu vida.
No olvides que la ansiedad es una emoción. Una emoción superlativa.
Y no le tengas tanto miedo. Recuerda que el león que ves es un gato pequeño… o, simplemente, no existe.
Porque el león eres tú.
ojo felino**Aquí tienes un lugar donde ampliar información y ampliar caminos: http://www.entenderloscaminos.com/
Y aquí otra forma más de ayudar a tu cuerpo para que pueda con todo: una limpieza interior y puesta a punto: Limpia tu cuerpo, y limpiarás tu vida
Ansiedad: cómo poder con ella es un recordatorio de tu fuerza interior en la palabra y el mensaje de Celia Ipunto,
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