a Pensar bien frente a las adversidadesHabitualmente creemos que somos el resultado de lo que sucede en nuestro exterior, sin embargo nosotras somos los responsables de lo que nos ocurre, pues en nuestras manos tenemos la posibilidad de ser felices o no.
La ira, el enojo o el malestar no son virus que andan dando vuelta por el aire y que en un respirar inocente se introducen en nuestro organismo.
Nosotras somos los generadores de esas emociones que nos intoxican cada día.
Frente a una situación de abandono, por ejemplo, no necesito ponerme triste, sentirme ofendido o rechazado. Podría tener paz o satisfacción en virtud de la entrega, el respeto o la lealtad que pude haber tenido en el vínculo.
Si frente a ese abandono me siento deprimida o miserable, esas emociones responden a las conversaciones internas limitantes que tengo sobre mí. Tal vez me diga a mí misma “no merezco amor”, “soy poco mujer”, “¿quién se fijaría en mí con este cuerpo?” o ideas descalificativas que se corroboran y sustentan entre sí. Es decir, que frente a los eventos de la vida, lo que me entristece o deprime son las conversaciones o los pensamientos que me digo a mí misma.
Pero si eres una mujer adulta, ya habrás tenido suficiente tiempo para descubrir que en la vida muy pocas veces se dan las cosas como lo deseamos. ¿Y qué podemos hacer con ello? ¿Nada? No, podemos aceptarlo y seguir adelante, o quejarnos, lamentarnos y vivir estresadas.
Este dato te dejará asombrada:
Según un reciente estudio, las personas vivimos a diario unas 23 frustraciones, pequeños detalles que entorpecen el curso natural de las cosas; un botón que se suelta de la blusa, el tráfico, un café que se cae en la ropa, el ascensor que no funciona, un granizo, una discusión, un virus en el ordenador, una impresora que no imprime, los niños con problemas de conducta, etc.
¡¡Ten presente que si tienes unos 40 años, has vivido 14.600 días que multiplicados por 23 frustraciones diarias dan un total de 335800 complicaciones, obstáculos en tu vida!! ¡Y si me estás leyendo es porque has logrado sobreponerte a ellas!
Por todo ello, es necesario que aprendas a vivir tal cual es la vida, con su belleza de instantes mágicos y sus torceduras, con la misma plenitud en ambos casos. Y sobre todo que aceptes que aun cuando tengas una actitud positiva, habrá situaciones que se saldrán de tus manos, y aun con situaciones tensas y dolorosas, la vida sigue siendo bella.
Cambia tu chip, y acepta en tu rutina diaria esos pequeños malestares que siempre estarán como parte de este collage humano que somos. Así evitarás dañarte el alma y te sentirás más ágil y liviana durante todo el día.
© Autor: Chuchi González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario