Ybety Soto
Apertura y cierre del aura: práctica introductoria
Una habilidad importante a desarrollar es la capacidad de reconocer cuán abierta o cerrada está nuestra aura y, más adelante, la de modificar dicho equilibrio a voluntad. Por ejemplo, inmediatamente después de una práctica nocturna o una meditación profunda, o bien cuando estamos flotando y "expandidos", nuestra aura está muy abierta. Hemos visto anteriormente que la reacción de "luchar o huir" cierra nuestra energía. No obstante, estamos buscando algo que sea menos pesado o tenso. A continuación veremos un ejercicio destinado a introducirnos en el arte de sellar el aura.
Fase 1: apertura
Nos sentaremos en postura de meditación sobre una alfombra o una silla. Mantendremos los ojos cerrados a lo largo de toda la práctica. Comenzaremos meditando, yendo a través de las distintas fases de la primera técnica: fricción y vibración en la garganta, vibración en el ojo, luz en el ojo, el espacio púrpura (sección 3.7).
Tras 5 ó 10 minutos, nos haremos conscientes por encima de la cabeza. Permaneceremos "solamente conscientes" del espacio, flotando por encima de la cabeza. No haciendo nada, solo estando conscientes. Nos dejaremos esparcir por encima de la cabeza.
Entonces trataremos de sentir los límites de nuestra aura. Hasta dónde se extiende nuestra energía? Podemos sentir la presencia de objetos a nuestro alrededor (incluso si no los podemos ver)? Si hay otras personas en la habitación, podemos sentir su presencia dentro de nuestro propio espacio? Cómo se mezcla nuestra aura con las personas y objetos a nuestro alrededor? Podemos incluso tener una sensación de las paredes del cuarto? Cuán densa sentimos nuestra aura? Sintonicemos con la energía, dentro y alrededor de nuestro cuerpo. Sentimos nuestra energía espesa o esparcida? Sigamos explorando en todas direcciones durante unos minutos, con una conciencia abierta por encima de la cabeza.
Fase 2: sellado
Ahora volveremos a enfocarnos en el entrecejo. Comenzaremos a respirar con una marcada fricción en la garganta y fortaleceremos una fuerte vibración en el entrecejo.
Vibración, luz y espacio en el ojo corresponden a tres niveles de creciente profundidad de la experiencia. Cuando estamos en el espacio, estamos más hondamente en la conciencia astral que cuando estamos viendo colores. Y cuando estamos viendo colores, estamos más profundamente en la conciencia astral que cuando sentimos la vibración.
Ahora es el momento de despertar una vibración intensa en el ojo. Puede que haya alguna luz; pero una luz espesa y que vibra intensamente - no una luz que flota suavemente! - No nos dejaremos difuminar por el espacio.
Frotaremos las manos durante unos segundos, tras lo cual permaneceremos inmóviles con las palmas boca arriba. Sentiremos la vibración en las manos, como en el trabajo de las circulaciones energéticas (capítulos 4 y 6). Conectaremos la vibración en las manos con la vibración en el ojo. Al frotar las manos, despertaremos en el ojo una vibración muy "física" y anclada a tierra, que es exactamente lo que pretendemos. Mantendremos la fricción en la garganta para beneficiarnos de su efecto amplificador. Entonces, trataremos de sentir por todo el cuerpo la misma vibración intensa.
Ahora intentaremos obtener otra vez una sensación de los límites del aura. Hasta dónde se extiende? Podemos sentir todavía los límites de la habitación? Podemos todavía "tocar" con nuestra aura a las demás personas y objetos que están en la habitación?
Luego sentiremos la densidad del aura. Nos haremos conscientes de la energía, dentro y fuera de nuestro cuerpo físico. Es tan fluida como antes? Pasaremos uno o dos minutos explorando, manteniendo una fuerte vibración en el ojo y la fricción en la garganta.
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