Todavía tengo días malos. Pero está bien. Antes solía tener años malos. (Anónimo).
A veces se cuelan esos viejos sentimientos. Podemos sentirnos temerosos, avergonzados y desesperanzados. Podemos no sentirnos tan buenos, indignos de ser amados, victimados, desamparados y resentidos. Eso es “codependencia”, un estado que algunos describen como “enfermedad del alma”.
Muchos de nosotros nos sentíamos asi cuando empezamos la recuperación. En ocasiones recaemos en esos sentimientos luego de haber comenzado la recuperación.A veces hay una razón para ello. Un evento puede disparar estas reacciones, como terminar una relación, el estrés, problemas en el trabajo, en la casa o con los amigos. También la enfermedad física.
Finalmente, estos sentimientos regresan sin motivo.
Volver a sentir esos viejos sentimientos no significa que hayamos regresado al primer peldaño de nuestra recuperación. No significa que hayamos fracasado en nuestra recuperación.No significa que ahora nos toque una larga, dolorosa sesión de sentirnos fatal. Simplemente están ahí.
La solución es la misma:practicar lo básico. Algo de lo básico es:
amarnos y confiar en nosotros mismos, desapegarnos, manejar los sentimientos, dar y recibir apoyo en la comunidad de recuperación, usar nuestras afirmaciones y divertirnos. Otro aspecto básico es practicar los pasos. A menudo, el trabajar los Pasos es lo que nos da la fuerza y nos capacita para practicar los otros aspectos básicos, tales como el desapego y el amor a uno mismo.
Si regresan los viejos sentimientos, da por seguro que hay una forma de salir de ellos que funcionará.
“Hoy si me encuentro en el oscuro abismo de la codependencia, practicaré un paso para ayudarme a salir de él”.
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
No hay comentarios:
Publicar un comentario