El proceso de la liberación
Si repasas tu vida, seguramente recordarás muchos casos en que te liberaste. Por lo general, nos liberamos,soltamos o nos soltamos, por accidente o cuando nos vemos acorralados, sin otra alternativa. A medida que te centres en despertar de nuevo y fortalecer esta capacidad natural que anida en tu interior mediante la práctica del Método Sedona, sabrás someter a tu control consciente el proceso de liberación y convertirlo en una opción viable entu vida cotidiana, incluso en días como el descrito anteriormente.
La liberación práctica
Hay tres formas de abordar el proceso de liberación, y todas llevan al mismo resultado:
La primera manera es decidir liberarse de un sentimiento no deseado.
La segunda, aceptar el sentimiento y dejar que la emoción simplemente exista.
La tercera es sumergirse en el propio núcleo de la emoción.
Permíteme que, para explicarme, te pida que participes en un sencillo ejercicio:
Toma un bolígrafo, o algún objeto pequeño que estuvieras dispuesto a tirar sin pensarlo dos veces. Ahora, póntelo delante y sujétalo con fuerza. Simula que es uno de tus sentimientos limitadores y que tu mano representa tu voluntad o tu conciencia. Si sujetaras el objeto el tiempo suficiente, empezaría a parecerte incómodo, aunque familiar. Ahora, abre la mano y haz que ruede por ella ese objeto. Observa que eres tú quien se aferra a él; no está pegado a tu mano. Lo mismo ocurre con tus sentimientos. Están tan pegados a ti como ese objeto lo está a tu mano. Muchasveces creemos que un sentimiento se aferra a nosotros. Y no es verdad… siempre tenemos el control, lo que ocurrees que no lo sabemos. Ahora, suelta ese objeto. ¿Qué ha ocurrido? Soltaste el objeto y éste se cayó al suelo. ¿Fue algo difícil? Claro que no. A esto nos referimos al hablar de «soltar».
Puedes hacer lo mismo con cualquier sentimiento: decidir soltarlo. Siguiendo con esta misma analogía: si fuerasandando con la mano abierta, ¿no sería difícil aferrarte al bolígrafo o a otro objeto que sostuvieras? Pues, del mismomodo, cuando permites o aceptas un sentimiento, estás abriendo tu conciencia, y esto permite que el sentimiento secaiga por sí mismo —como las nubes que cruzan el cielo o el humo que asciende por la chimenea con el tiro abierto.Es como si quitaras la tapadera de una olla a presión.
Si ahora tomaras el mismo objeto —un lápiz, un bolígrafo o una piedrecita— y lo ampliaras lo suficiente, se parecería cada vez más a un espacio vacío. Verías los intersticios entre las moléculas y los átomos. Cuando te sumerjas en el mismo núcleo de un sentimiento, observarás un fenómeno similar: en realidad ahí no hay nada. Cuando vayas dominando el proceso de la liberación, descubrirás que hasta tus sentimientos más profundos sólo están en la superficie. En el núcleo estás vacío, en silencio y en paz, y no en el dolor y la oscuridad que muchos suponemos. De hecho, incluso nuestros sentimientos más extremos no tienen más sustancia que una pompa de jabón. Y ya sabes qué ocurre cuando tocas con el dedo esa pompa de jabón: estalla. Esto exactamente es lo que pasa cuando te sumerges en el núcleo de un sentimiento.
Por favor, recuerda estos tres ejemplos mientras avanzamos juntos por el proceso de la liberación. Soltarte te ayudará a librarte de todos tus patrones de conducta, pensamiento y sentimiento no deseados. Lo único que se te pide es que estés lo más abierto que puedas al proceso. La liberación te dejará libre para acceder a un pensamiento más claro, pero no se trata de unproceso de reflexión.
Aunque te ayudará a acceder a una mayor creatividad, no necesitas ser especialmente creativo para ser eficiente en ese proceso. Cuanto más te dediques a ver, oír y sentir el funcionamiento del proceso de liberación, en vez de pensar en cómo y por qué funciona, mejor provecho sacarás de él. Déjate llevar todo lo que puedas por el corazón, no por la cabeza. Si te encuentras un tanto atascado en tus intentos de comprenderlo, puedes recurrir al mismo proceso para liberarte de «querer comprenderlo». Te aseguro que, a medida que trabajes con este proceso, lo irás entendiendo mejor con la experiencia directa de seguirlo. Así pues, ¡vamos allá! “Decide soltar”.
(Tomado del Libro El Método Sedona por HALE DWOSKIN)
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