sábado, 12 de abril de 2014

NUESTRA NINA INTERIOR

Recuerdo que ella lo sabía todo, era dueña del espacio que habita en las entrañas de cada ser humano. Cuando hacía frío se abrigaba a la luz del sol y cuando tenía calor, salía a recorrer las calles sombrías de quien sabe qué lugar. Sus grandes ojos abarcaban países enteros, siempre observando dentro de un profundo silencio. Con solo ver a su alrededor absorbía cada detalle como un alimento preciado, y aunque hacía poco tiempo que empezaba a vivir, todo le resultaba ya tan conocido… La pequeña era feliz, le gustaba jugar con su gato, quien con solo una mirada le decía todo; quizás aquella criatura era quien más la entendía aún sin hablar el mismo idioma. Mortificada muchas veces le presentó batalla a los fantasmas,pero todavía era demasiado pequeña, entonces unos brazos fuertes la protegían. La niña soñadora es todo lo que alguna vez fui y todavía soy; la inocencia y algo de ingenuidad. La que sabía vivir en el presente, donde cada segundo era una nueva oportunidad. De vez en cuando nosotras dos hablamos cara a cara cuando allá afuera las cosas se ponen difíciles. Yo le pido que nunca deje de mirarme, ella en cambio me toma de la mano y me suplica que nunca la pierda"

Natalia Lewitan

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