Viviendo así, sientes los beneficios de no juzgar nada. Entiendes, que desde tu anterior forma enferma de clasificar las cosas, solo estabas interfiriendo en todo lo que llegaba. Sabes que al interferir, no fluías, al no fluir te perdías del presente, te estancabas creando entretenimientos que antes o después te pasaban factura y, cuando leías la factura, ibas a buscar al culpable fuera de ti. Este nuevo estado es una forma muy activa y rápida de hacer emerger al Ser que sin esperar nada, siempre ha estado esperándote en muchos y diferentes cuerpos físicos. Siempre ha estado confiado de que un día te permitieras comprenderlo. Y un día, sin darte cuenta, te encuentras amándolo todo: AHORA ESTAS MEDITANDO. En medio de ese estado de amar, la palabra meditación se queda corta. Toda tu vida se ha convertido en una meditación porque sabes que no necesitas pensar para amar. Que las palabras nacen de otro lugar, que ahora te escuchas cuando hablas, que sea lo que sea en lo que te enfoques, estás viendo más profundamente todo. Que sientes más todo en ese estado clarividente o claridad para ver los entre-hilos de la existencia. Tu corazón y tu mente se están haciendo UNO. Amas ese proceso. Tal vez, viendo tantas cosas nuevas, no te diste cuenta que todos los miedos se esfumaron y vas por la calle tan en paz y, al mismo tiempo viendo tantos disfraces, tanta información que llega a ti sin saber de dónde ni falta que hace, que por supuesto en esa aceptación abrazada no te queda otra que saber que todo viene del Ser que ahora vive. Te lo diré de otra forma: AHORA EXISTES. Así, no te queda otra opción que amar este nuevo estado de MEDITAR O SUMERGIRTE EN LA VIDA y que, nunca hubo una primera o segunda parte, que la vida es toda UNA, una emoción sin límites a lomos de verdaderas aventuras. Que ya no necesitas hacer esfuerzos por nada, que ya no deseas nada porque lo tienes todo. En este estado, imagina las cosas que creas sin proposición previa porque vas consciente a todas partes. Por donde vas, tu energía lo impregna todo porque ya supiste sin preguntas que el amor es quien va pintando las paredes con su nombre. Y adviertes que antes eran más opacos los colores más luminosos que ahora ves de cualquier objeto. Es como si hubiera cambiado tu anterior visión analógica por una digital, y, tienes ahora la extraña sensación de haber desaparecido todas las manchas y te centrarás en estas cosas internas que muchos aún llevan por dentro (sin saberlo), porque ahora estas preparado para "ayudarlos" de verdad. Te has vuelto un todo terreno. Con un sentido del equilibrio tan exquisito como ya no buscado. Con unas ganas de vivir a todas horas que ya no tienes que inventarlas, ahora son reales, se metieron dentro y te amas. Y por amarte tanto, puedes ahora lanzar amor en todas direcciones. Y veras a quienes quieran seguirte, y al mirarte, sienten en sí mismos una extraña mezcolanza de miedo y curiosidad. Y alguno, atrevido, algún día te lo contará, y tu amor por él lo comprenderá todo e intuirás que hay cosas que tienes que callarte, y volverá, insistirá auto-engañado en la búsqueda exterior. Y todo está bien porque sigues (ya no puede ser de otra forma) amando y sabiendo que se acabaron todas las preguntas, y con ellas se fue también todo aquello que te importaba tanto de lo que pensarán los demás. Porque ahora ha cambiado la forma de verlos, y te gusta que sean libres para pensar lo que quieran porque te sientes libre de verdad. Libre de haber pagado tu hipoteca AMANDO.
Nuestro abrazo
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