sábado, 30 de agosto de 2014

Captación externa de datos

Cuando estamos leyendo, estudiando, o haciendo alguna actividad donde se requiera adquirir datos de forma consciente, lo ideal es no tener ninguna otra fuente de ruido o emisión cerca, ya sea televisión, radio, o, ni siquiera, estar en un sitio ruidoso o demasiado ajetreado.

La razón no tiene nada que ver con la concentración, o con la calma y tranquilidad que uno pueda necesitar para poder leer o estudiar relajadamente, que también es importante, sino con la forma en la que nuestra mente funciona, y adquiere todo tipo de información externa, ya que, te des cuenta o no, estamos todo el día asimilando información por los cinco sentidos de formainconsciente, que, al no ser procesada de forma consciente, se convierte en basura a nivel subconsciente, que no sirve para nada.

Desarrollemos el modelo de como funciona nuestra psique para entenderlo mejor. El estudio de la mente desde este aspecto más metafísico se conoce como psico-cibernética y podéis encontrar más información en la red los que estéis interesados en ello.

Cerebro- mente- cuerpo mental



Lo primero que hay que distinguir es entre cerebro, mente y cuerpo mental. El físico Nassin Haramein decía que buscar la mente dentro de la cabeza, es como buscar al locutor de un programa de radio dentro del aparato receptor. Y es que, para entenderlo correctamente, debemos diferenciar entre el cerebro, como el procesador del ordenador, la mente, como la interfaz que recoge, clasifica y gestiona los datos e informaciones, y el cuerpo mental, como, genéricamente, el almacén y base de datos de los mismos, de forma que, nos encontramos, que el ser humano, para poder pensar y usar sus capacidades cognitivas, posee un mecanismo que tiene varios componentes funcionando en perfecta sincronía.

El cerebro, pues, es el órgano del cuerpo físico y químico que usamos. Pero la mente es un campo cuántico, en la cabeza, que enlaza entre este y con lo que llamamos el cuerpo mental, el tercer cuerpo sutil que poseemos los seres humanos en nuestro sistema energético. Este último tiene forma estructurada y definida alrededor del cuerpo físico, y se percibe de color amarillento, como veis en la imagen. Los que sois terapeutas, posiblemente, habéis lidiado mucho con la mente y el cuerpo mental, pues es donde se concentran todos los traumas, fobias, creencias limitadoras, bloqueos, etc. que, en general, tenemos todas las personas. Veremos un poco más al respecto en un próximo artículo.

Así, el cuerpo mental nos sirve a los seres humanos para gestionar los procesos de la mente en el plano físico, y su capacidad depende del desarrollo y expansión de la misma, es decir, a mayor uso y expansión de nuestra mente, más robusto, grande y estructurado está nuestro cuerpo mental.

La mente, ¿que es entonces?, pues es un campo energético, cuántico, que, como hemos dicho, hace de interfaz, dicho de forma simple, entre el cerebro y el cuerpo mental. Si el cuerpo mental tiene varias capas o estratos que sirven de repositorio para diferentes niveles de nuestra psique, la mente posee esos mismos estratos (y otros) pero distribuidos de diferente forma.

Esferas mentales

En este caso, la mente no funciona por capas, sino por esferas, ya que está compuesta, a nivel energético, por 6 de ellas, cada una con una función diferente. Las 6 diferentes esferas energéticas, se sitúan en diferentes partes de la cabeza, pero no forman parte del cuerpo físico. Estas esferas mentales se forman cuando se forma del cuerpo mental de una persona, y se insertan en el cuerpo físico tras cada nueva encarnación que tenemos. A medida que una persona crece, evolutivamente hablando, sus esferas mentales se ensanchan y expanden, haciendo crecer el cuerpo mental con ellas, y elevando el nivel de evolución de la persona por expansión de su conciencia.

Para lo que os quiero explicar hoy, nos vamos a centrar en las tres esferas primeras, que son las correspondientes a los niveles Preconsciente-Inconsciente, Subconsciente y Consciente de nuestra psique.



Captación externa de datos

La forma en la que captamos información del exterior y la procesamos por el “conjunto mental” que poseemos, pasa por varias etapas. En este otro artículo, hablamos de como decodificamos la realidad según nuestros programas, patrones y arquetipos cargados en la mente y en el cuerpo mental, y hoy vamos a ver la función de tres de esas esferas en este proceso.

Como veis en el dibujo superior, la esfera número 1 es la llamada esfera inconsciente o pre-consciente, y recubre completamente el cerebelo, y no es otra cosa que la puerta de entrada de toda la información captada por nuestros sentidos, para ser procesada y decodificada por los procesos cognitivos. La esfera preconsciente capta todo aquello que se cuece alrededor nuestro, todo tipo de estímulos, señales, datos, informaciones, sensaciones, percepciones, etc., de forma que todo lo se ve, se siente, se escucha y se percibe va directamente a ella para su análisis y almacenamiento, que luego determina si se trabaja a nivel consciente por otra esfera, y se usa, o se relega al cúmulo de datos que pasa directamente a nuestro subconsciente por su esfera correspondiente.





Colapso de datos

Si todo lo captado y procesado por la esfera pre-consciente se fuera a la tercera esfera del diagrama, la esfera consciente, nuestra mente racional estaría inundada de datos, no podríamos procesar tal cantidad de información, y nuestro cerebro se colapsaría. Ya sabéis que percibimos millones de bits de información al día, de los que solo entran en nuestro ámbito consciente (nos damos cuenta) de unos pocos de ellos, los necesarios para que nuestro ego/personalidad artificial pueda manejarse por el mundo físico en el que existe. Si habéis leído a Carlos Castaneda, os sonará algún ejercicio en el que Don Juan le explicaba a este como “saturar el tonal”, de forma que, el “nagual”, pudiera manifestarse más fácilmente. Digamos que, en este caso, saturar el “tonal” es saturar nuestra mente consciente hasta que no pueda más que “auto-bloquearse”, y dejar paso a la expresión y salida de otros niveles de conciencia más profundos, pero no es algo que ahora nos interese conseguir para lo que os quiero explicar.

Todo se almacena

Por diseño y programación de como estamos hechos, nada de lo que entra por la esfera pre-consciente se pierde, sino que parte de ello se deriva directamente hacia la segunda esfera, la esfera subconsciente, que, conectada a la capa subconsciente del cuerpo mental, sirve de almacén para todo aquello que no ha sido procesado por la esfera consciente de la mente. Esta esfera subconsciente, recubre, energéticamente, toda la parte central de la cabeza, como veis en el diagrama, y es, por lo tanto, la que gestiona la reserva de toda la información que podemos acumular a lo largo de nuestra vida.

Cuando estás leyendo, por ejemplo, con la televisión puesta de fondo, tu esfera pre-consciente está captando lo que lees, pero también lo que escuchas o percibes a tu alrededor. Como tu atención está focalizada en el libro, tu esfera número 1 envía a la esfera número 3, la consciente (que recubre toda la parte anterior del lóbulo temporal derecho), la información que te interesa adquirir, pero envía a la esfera número 2, la subconsciente, todo el resto. Así, mientras lees cualquier cosa o tienes tu atención focalizada en algo, tu esfera subconsciente se sigue cargando de basura externa, bits de datos que no te sirven para nada, pero que se acumulan y acumulan sin parar a nivel subconsciente en el cuerpo mental.

Programación constante

El problema, como consecuencia de esto, es que la mayoría de nosotros llevamos un subconsciente que parece un almacén caótico y lleno de basura, además de que, mientras teníamos la atención focalizada en otra cosa, posiblemente, según las otras fuentes de emisión de datos que tuviéramos alrededor, se han ido colando mensajes subliminales, por ejemplo, procedentes de anuncios de la televisión o de imágenes con patrones o programas de conducta emitidos por la misma (que tu no ves, pero tu mente si que registra). Lo mismo que cuando sales a la calle y te ves inundado con publicidad por todos lados, tal como se mostraban, por ejemplo, en la película “Ellos Viven”, y que son los mensajes, ordenes y programas, que, entonces, refuerzan los programas, patrones y arquetipos implantados en nuestra mente a través de nuestro subconsciente, para la manipulación de la realidad exterior a partir de la realidad interior de cada individuo.



Ni que decir que es realmente complicado bloquear todo este tipo de “instrucciones subliminales” pues estamos bombardeados por ellas constantemente, pero no hace falta que les abramos la puerta más de lo necesario, teniendo distraída a nuestra esfera consciente con una cosa, y dejando que, a través de la esfera preconsciente, se vaya llenando el subconsciente con otra, millones de bits que, realmente, no nos sirven para nada. Cuanto más consciente es una persona de algo, menos cosas se acumulan a nivel subconsciente, siendo esta la forma de sanar, limpiar y transmutar todo lo que cada uno lleva encima, pues recuperando la información de la esfera y capa subconsciente y moviéndola a la capa y esfera consciente, uno puede eliminar, desprogramar y limpiar todo aquello que no desea contener en si mismo.

POR: DAVI TOPÍS

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