Para Disfrutar por Mahatma Das
Relacionado a una nota publicada en Facebook titulada "¿Para qué?"
Mencionamos que cuando miras atrás a una vida de intentos para poseer y controlar, puedes reflexionar en el significado de estos esfuerzos preguntando “¿Para qué?” Alguien respondió diciendo “para disfrutar, sólo eso…”.
El decir “para disfrutar” indica que uno no está completamente satisfecho y por lo tanto busca algo que le dé un disfrute o satisfacción mayores. El problema es que debido a que no estamos satisfechos buscamos buscar algo para darnos más placer.
Pero ya que nada material puede satisfacernos por completo, continuamente buscamos nuevas formas de disfrute. Para la gran mayoría de las personas, este ciclo nunca termina.
Tal vez una mejor pregunta que podemos hacer una vez que hayamos obtenido lo que pensábamos que nos iba a hacer felices, sólo para descubrir que no nos satisfizo verdaderamente es, “¿Ahora qué?” En otras palabras, ahora que ya has obtenido lo que siempre habías deseado, sin embargo todavía no estás completamente satisfecho (si estuvieras satisfecho no estarías buscando por más que hacer o tener para ser feliz), sería mejor preguntarte, “¿Por qué esto no funciona?” Luego debemos preguntarnos, “¿Hay algo que funcione? Y si es así, ¿qué es?” En otras palabras, en lugar de buscar interminablemente satisfacción en cosas que no nos pueden dar la satisfacción definitiva, debemos preguntar, “¿Cómo puedo realmente satisfacerme?” Si no hacemos esta pregunta, haremos las mismas cosas que siempre hemos hecho y obtendremos los mismos resultados que siempre hemos obtenido, que como dije anteriormente es simplemente estar atrapado en un círculo vicioso de acumular más, pero siempre querer más.
Trata de entender esta percepción: las personas que tienen todo lo que estás añorando no están completamente satisfechas. Ellas también están añorando por más. Sólo porque no lo tienes ahora te hace pensar que te hará feliz. Pero en este momento tienes tantas cosas que anteriormente no tenías que creíste que te harían feliz, pero aún quieres más, esto quiere decir que no eres perfectamente feliz.
Por lo tanto, sólo la persona que está satisfecha con lo que tiene y con quien es, realmente es feliz. Un hombre pobre es un hombre que necesita. Un hombre rico es un hombre que no necesita. Esto no tiene nada que ver con la cantidad de posesiones o riqueza que una persona tiene; tiene que ver con su conciencia. Un hombre “rico” es pobre cuando añora por más. Un hombre “pobre” es rico cuando no añora algo.
El punto de mi nota es que nos demos cuenta que la sociedad moderna está programando la insatisfacción en el núcleo de nuestro ser para hacer que continuamente compremos cosas que no necesitamos. La mayoría de las vidas de las personas se ven así: Trabajan duro en trabajos que no les gustan para comprar cosas que no necesitan que nunca pueden hacerlas felices. La vida espiritual nos ayuda a salir de este círculo pero debemos saber primero que tan arraigados estamos en este círculo - y tenemos que querer salir de él.
He aquí otra importante percepción: Es al llegar a un nivel más elevado de conciencia que vas a encontrar la paz y la satisfacción espiritual. Pensar que vas a encontrar la paz y la satisfacción cambiando las situaciones externas es una ilusión. Encuentras satisfacción al elevar tu conciencia. Siempre recuerda que vives y experimentas tu propia conciencia. Así que si tu conciencia es baja, ninguna cantidad de posesiones va a cambiar el hecho de que la conciencia baja no nos hace felices. Es sólo a través de la práctica espiritual que elevas tu conciencia, no teniendo más, y sólo una persona con una conciencia elevada la que es feliz. En otras palabras, tú no te vuelves feliz cambiando las circunstancias, te vuelves feliz cambiando tu conciencia.
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