Karma y Destino por Mahatma Das
Donde nacimos, quienes son nuestros padres, que clase de cuerpo tenemos, nuestro estándar de vida, habilidades e inteligencia son todos resultados de nuestro karma pasado (actividades pasadas).
La felicidad, riqueza, grandes oportunidades o relaciones especiales a veces simplemente nos caen del cielo – y también lo hace la mala fortuna.
Cuando sufrimos nos estamos deshaciendo del mal karma y cuando disfrutamos estamos cosechando los resultados del buen karma.
Todo lo que hacemos crea una reacción kármica. No siempre lo vemos porque un poco de nuestro karma es un resultado de acciones hechas en una vida pasada, y un poco de karma que resulta de nuestras presentes acciones va a regresar a nosotros en otra vida.
El karma es una ley universal, y así como cualquier otra ley física tiene su propio juego de reglas de operación. La regla general kármica es esta: obtenemos lo que damos.
Me gusta ver el karma como una retroalimentación y un sistema regulativo. Nos permite monitorear y evaluar nuestros pensamientos y acciones al ver los resultados que causan. Y cuando los resultados que obtenemos no son deseables, hay lecciones que se supone debemos aprender si queremos mejorar. Así, comprendemos el sufrimiento como el resultado de acciones erróneas y pensamiento erróneo.
El karma también es la manera que Dios tiene para acercarnos más a Él porque mientras nos alejamos de nuestro ser espiritual, nos confundidos más y nos volvemos más infelices. Es con frecuencia que esta confusión e infelicidad voltea nuestras vidas hacia Dios. En este sentido, el mal karma no es nunca malo si aprendemos de él y así le permitimos que nos empuje en nuestro camino espiritu
BUEN KARMA ES COMPARTIR EL CONOCIMIENTO Y ENSEÑARLO.
ResponderEliminarBUEN KARMA ES COMPARTIR EL CONOCIMIENTO Y ESSEÑARLO.
ResponderEliminarANONIMO!!!! RENUNCIAR AL KARMA --
ResponderEliminarDebes afirmar de una manera rotunda tu deseo de no seguir sufriendo. Para logarlo, tienes que decretar lo siguiente: "Renuncio al karma”.
En este instante, renuncio a cualquier forma de carencia, pensamiento de limitación o error que se aloje en mi Conciencia. A partir de hoy, elijo amor, felicidad, prosperidad, sanidad (mente+cuerpo) y una vida muy armoniosa".
Cada vez que se nos presenta un problema lo primero que se debe hacer es renunciar a él. Cualquier afirmación o decreto que se haga en ese momento tiene que comenzar con la palabra "renuncio". De esta manera, interrumpes la formación de la crisis.
Por ejemplo, puedes decretar: "Renuncio a seguir sufriendo por este problema sentimental. Ahora encuentro la solución más armoniosa y positiva para ambos".
Si el problema es de dinero, entonces puedes decretar. "Renuncio a mis limitaciones económicas. A partir de hoy el dinero viene fácilmente a mi vida y en abundancia".