El Hombre Nuevo
“El Hombre Nuevo es la más grande revolución que haya jamás sucedido en el mundo. Y puesto que conocemos al viejo mundo y sus miserias, las podemos evitar todas; podemos evitar todos aquellos celos, aquella seriedad, aquellas iras, todas esas guerras, todas esas tendencias destructivas. El hombre nuevo significa que no vamos a tolerar ya más que alguien nos sacrifique en aras de un nombre hermoso. Vamos a vivir nuestras vidas, de acuerdo a nuestras aspiraciones, a nuestras intuiciones apasionadas. Y vamos a vivir momento a momento... El hombre nuevo no es una mejora del viejo, ni un fenómeno de continuidad, ni un refinamiento. El hombre nuevo es el nacimiento de un hombre absolutamente limpio, sin condicionamientos, sin discriminación entre hombre y mujer, blanco y negro, oriente y occidente, norte y sur. El hombre nuevo va a ser la verdadera sal de la Tierra, ocupado en cómo aumentar los goces de la vida, el placer de vivir, con más creatividad, más belleza, más humanidad, más compasión. Podemos lograr una gran transformación: podemos crear gente inocente, gente amorosa, gente que respire libertad, que se ayude una a otra para ser libre; gente que se nutra mutuamente de la creatividad, la dignidad y el respeto. El hombre nuevo es el manifiesto de una nueva Humanidad, de una Humanidad única. Este es un momento grandioso y afortunado, una situación de reto. No es una situación que vaya a destruir la Tierra, sino sólo a esos que se aferran al pasado. Esta es una oportunidad de oro, pues si toda la Humanidad se hace consciente de las raíces de los problemas, entonces las soluciones son en realidad muy simples” –Osho.
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