DÍA DE GRACIA, por Jeff Foster
Detente sólo por un momento y toma esto en consideración: Se te ha regalado un día más en esta tierra. Este día debe ser honrado.
Permite hoy que tu corazón se rompa en mil pedazos, si es que así lo quiere. Permítete llorar, si es que las lágrimas surgen. Siente hoy toda tu vulnerabilidad, si la vulnerabilidad llega a visitarte. Permite que todo lo que conlleva la vida se mueva a través de ti.
Un sabor. Un vistazo. Una inspiración. El toque amoroso de alguien que quieres. La intensificación tan vibrantemente viva y familiar de la alegría o el dolor. Este es un día para dar gracias por todos y cada uno de los sucesos más “insignificantes”, incluso por aquellos que no parecen merecer tu gratitud.
Este no es simplemente “otro” día. Este es tu primer día, y tu último día. Tu único día. Tu tan ansiado día de gracia.
…
Cuando el miedo, el dolor, la tristeza o la confusión se muevan en tu interior, no te desesperes ni llegues a conclusiones acerca de ti mismo. Siéntete honrado al saber que estos invitados incomprendidos, tan antiguos y atemporales, cansados de su tan solitario viaje de toda una vida, por fin hayan encontrado su hogar en ti. Todos y cada uno de ellos son hijos de la consciencia, son tus adorados hijos, merecedores del más profundo respeto y amistad. Ofréceles el descanso profundo de ti mismo y permíteles encontrar la calidez de tu fuego ardiente.
Jeff Foster
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