DIETA DEL PERDON
Parece imposible amar a personas que nos hacen daño y nos decepcionan, pero es el único tipo de personas que existe. Por otra parte, hacer las paces con alguien no significa que esa persona las vaya a hacer con nosotros como respuesta. No podemos obligar a nadie a que haga lo que queremos. Y tenga en cuenta que la persona a la que castiga verdaderamente cuando no quiere perdonar es a usted mismo, pues el resentimiento es usted quien lo experimenta, en su mente y en su cuerpo, envenenando vida, no la de la otra persona, que con frecuencia ni sabe que cometió una ofensa. El perdón significa que usted se sacude de encima el pasado, como si fuera polvo, que aprende la lección que hay y que sigue viviendo.Partiendo del hecho de que, cuando recibimos una ofensa, en vez de culpar a la otra persona por su conducta incorrecta, lo que tenemos que hacer es descubrir en nosotros la causa de haber provocado esa situación, este ejercicio nos será muy útil para descubrir los motivos que tuvo nuestra mente subconsciente para atraer esa situación desagradable, “obligando” a la otra persona a desempeñar un papel que nosotros necesitábamos para aprender de esa experiencia. Lo que la gente nos hace es, con frecuencia, expresión de lo que nosotros le hemos pedido inconscientemente.
Primera semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), me perdono completa y amorosamente”.
Segunda semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), perdono a mi madre completamente”.
Tercera semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), perdono a mi padre completamente”.
Cuarta semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), perdono ……………………… (situaciones pasadas, condiciones negativas en tu vida o en tu carácter) completamente” .
Quinta semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), perdono a ………………… (pareja actual y/o anteriores) por ………………..”.
Sexta semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), perdono al obstetra y a todo el equipo medico de mi nacimiento”.
Séptima semana:
“Yo (TU NOMBRE COMPLETO), perdono a Dios (la idea que yo he tenido de Dios) completa y amorosamente”.
Cada afirmación se escribe setenta veces diarias (o múltiplos de siete), durante una semana, escribiendo al lado las respuestas internas que van surgiendo con cada afirmación, hasta que en algún momento comienzan a sentir que la afirmación esta integrada a ti.
Una vez concluida la lista semanal, se quema para liberarse totalmente a través del elemento fuego y del poder de la llama Violeta (energía del Universo que transmuta, transforma la energía calificada como negativa en energía positiva.)
Si observan que hay mucha resistencia a perdonar, intercalan un descanso entre las siete semanas de la Dieta del Perdón.
Puedes escribir tus afirmaciones a mano, a maquina o en tu computadora, lo importante es que las realices sintiéndolas.
Sintiendo compasión
El mejor antídoto contra la mayoría de las emociones negativas es la compasión, entendida ésta como aquella forma de amor que consiste en ver cómo es todo, en amar a alguien que aparentemente no es digno de amor, pero que se hace acreedor a él cuando consideramos sus circunstancias, el marco general de su vida. Cuando exculpamos a alguien, o a nosotros mismos, examinando aquellas circunstancias que propiciaron el error, somos compasivos; cuando consideramos que todos nosotros somos seres limitados, y que por tanto tenemos derecho a equivocarnos y a fracasar, sentimos verdadera compasión. Ésta no ve los hechos aislados e independientes, sino como parte de un todo. Supone interpretar nuestra conducta y la ajena a la luz de una comprensión más amplia de la condición humana, que acepta que los seres humanos, a pesar de nuestra buena voluntad, tendemos a hacernos daño y a decepcionarnos mutuamente.
Esta práctica sirve para perdonar a otros y a nosotros mismos, para liberarnos de rencores y culpas. Se trata de considerar la vida de usted, o la de alguien contra la que guarda resentimiento, como un todo. Pregúntese, por ejemplo, cómo llegó la otra persona a ser como es o como era; piense en la familia que tuvo, en su infancia; véala como un ser humano corriente, confuso, capaz de cometer errores, que lucha por la vida como lo hace usted; considere los problemas que tenía o que tiene, sus conflictos, todo aquello que hizo que se comportara como se comportó; tenga compasión por la incapacidad de la otra persona para encontrar la alternativa de amor, piense que no supo encontrar ese camino, a pesar de sus buenas intenciones; piense, en fin, que no hay personas malas, sino gente que se equivoca.
Por último, aprecie las cualidades positivas de esa persona y que a usted le agraden, y escriba una declaración general de perdón, incluyendo todos los incidentes que perdona.
—extraido de la web
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