Cada Luna Nueva es una oportunidad para Contemplar en el Compromiso con los Servidores del Mundo, Sembrar la Nueva Semilla, y Transmutar el cuerpo de deseos: sintonizándose con la Voluntad al Bien y la Buena Voluntad.
El deseo siempre ha de existir para ejecutar la buena voluntad en todo lo que hacemos en la vida. Y la Meditación de Luna Nueva produce los ajustes necesarios en el cuerpo de deseos. Las corrientes emocionales se disuelven si nos orientamos hacia las energías de la Luna Nueva, mediante lo cual el cuerpo de deseos se pone en su sitio, se repara, para luego en la Luna Llena ayudarnos a construir el cuerpo de luz dorado. Pero construir el cuerpo dorado no es posible a menos que el cuerpo de deseos (astral) se modifique durante la Luna Nueva. Este trabajo nos ayudará en nuestro camino a progresar hacia la Luz de la Ascensión.
En Luna Nueva la luz del Sol es recibida por la Luna, pero nunca llega a la Tierra, sino que vuelve otra vez al Sol. Por tal motivo nuestra mente debería recibir nuestra conciencia de YO SOY, pero debería volverse hacia adentro y focalizarse en dirección a la Fuente de la que ella misma procede. Meditamos en el centro del entrecejo, visualizando la luz del Ajna. Visualizamos que estamos entrando en el Ashram de Sanat Kumara en Shamballa. Él es la divinidad, el representante del deseo en este planeta. Invocamos Su Presencia y le pedimos su ayuda. Y reflexionamos sobre nuestro trabajo:
¿Cuál es el trabajo durante este Mes?
Señala un mes donde se vuelven a reencontrarse con el fuego. Esto significa que reaparece la vitalidad y el impulso expresivo. Impulso vital que hace un movimiento “hacia fuera”. Es la necesidad de descubrir y expresar una diferencia singular, la clave individual que les distingue de los demás. Señala una intensidad tal que este fuego les quemará o llevará su expansión a nuevas dimensiones espirituales. Sentirán un deseo más fuerte de lo normal para implementar el poder con el que nacieron, es decir: ¡El Poder del Alma! Lo que ya es fuerte se fortalecerá más, y lo débil recibirá una inyección de energía para obtener control y dominio en sus vidas. Es tiempo de “buscarse a sí mismo”. La identidad ya no la aporta el pasado, la memoria o lo conocido, sino que, la sensación de ser es presente y se lanza hacia el futuro. Y la Alegría de descubrir la profundidad de “Aquello Yo Soy” y su generosa expresión.
Es el mes del nacimiento de la conciencia interior, que despierta el poder del corazón y guía al hombre a través del Amor a un compromiso con las partes más débiles de la humanidad. El desarrollo del auto-control y el establecimiento de un orden interno y externo a través de la disciplina del corazón. Una vieja oración dice: “Que la puerta se abra. Que el disco que vela la luz dorada sea develado de manera que el verdadero sol espiritual se devele a sí mismo y podamos cumplir con todo nuestro deber mientras regresamos a él”. Si tratamos de visualizar conscientemente la luz dorada en forma del globo solar en el corazón, la personalidad se retrotrae de objetividad a subjetividad a través de este proceso, y el alma desciende al centro del corazón. Este mes la luz del sol espiritual brilla por medio de la conciencia del alma a través del disco solar como a través de una puerta. Así podemos imaginar que el disco solar irradia luz y que ascendemos hacia él. La concentración del pensamiento en el corazón debe hacerse a lo largo de cierto tiempo. De esta forma, el centro del corazón es una puerta entre lo finito y lo infinito. “El corazón es el puente entre los mundos”.
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