jueves, 20 de marzo de 2014

DESPERTAR!!

¡DESPERTAR!
Parte V

EL LAVADO DE CEREBRO
Por
Anthony de Mello

La vida es un gran banquete y la tragedia es que la mayoría de la gente se está muriendo de hambre.

Hay una historia acerca de un grupo de gente de fue rescatada luego de que su embarcación naufragaran en las costas de Brasil al entrar desde el mar al delta de un caudaloso rio. Ellos fueron encontrados luego de varios días de búsqueda y la mayoría estaban muriendo de sed y deshidratación; ellos no tenían la menor idea de que estaban flotando en la aguas de un rio y lo que tenían a su alrededor era agua dulce y fresca!.

En la misma idea, nosotros estamos rodeados de alegría, felicidad y Amor pero la mayoría vivimos tristes y sedientos de amor. ¿La razón? ¡Nos han lavado el cerebro! Nos han hipnotizado y vivimos "dormidos". Imaginen que un mago los hipnotizo para que no vivieran la realidad sino pura ilusión.

Recuerden que les mencione que la primera cosa que necesitas hacer para despertar es encarar el hecho de que no quieres ser despertado; prefieres vivir hipnotizado y siendo manejado como un títere porque te da pereza asumir la responsabilidad de tus actos; prefieres que otros decidan por ti.

La segunda cosa que tienes que hacer para despertar es el comprender que tu pudieras tener en tu mente, grabados en tu programación mental, algunas ideas y conceptos que están equivocados y que esas ideas y conceptos equivocados están influyendo en tu vida convirtiéndola en una pesadilla mientras vivimos “dormidos”. Ideas acerca del Amor, la felicidad, la Libertad, la Justicia que son el producto del lavado de cerebro a que hemos sido sometidos por nuestra Familia, nuestra Sociedad, nuestra Cultura y por el medio en que nos desenvolvemos. Esas ideas y conceptos se han incrustado en nuestra mente y nos han creado un mundo de ilusión el cual creemos que es la realidad y por eso nos irritamos cuando alguien se atreve a contradecir los preceptos incluidos en la programación del lavado del cerebro.

¡Despierta ! ¡Despierta!

Ha habido algunos estudios interesantes acerca del lavado de Cerebro y estos han demostrado sufrimos un lavado de cerebro cada vez que tomamos o internalizamos automaticamente una idea que no es nuestra y lo ironico del asunto, es que estamos dispuestos a morir por esa idea.

Esto podría ir desde el aparentemente “inocente” precepto de que “Los Hombres no lloran” hasta otras más profundos y delicados como el de “Morir o matar por una Ideología o una Religión”.

La primera prueba de que eres víctima de un lavado de Cerebro y has internalizado automáticamente (sin analizarlas) convicciones y creencias de otros, ocurre cuando esas convicciones y creencias son atacadas. Tu reaccionas como un animal herido para defenderlas, Tu estarías listo para morir (o matar) por una idea que nunca fue tuya. Quizás tímidamente en tu interior sabes que estas actuando equivocadamente pero no te atreves a ir en contra de lo que los otros quieren que hagas…no quieres problemas, prefieres seguir la corriente.

Terroristas o Santos (todo depende del Bando en el bando en donde los pongas) toman una idea y se la tragan completa y entonces la defienden hasta con la vida. Esto no es fácil de digerir y aceptar especialmente cuando tu reaccionas emocionalmente porque estamos siempre escuchando a través de nuestra programación y sus condicionamientos, a través de nuestra estado hipnótico.

Esa es la forma como actúa el lavado de cerebro. Te llenas tu mente de patrones de conducta, formulas, creencias, ideologías, conceptos y estos crean un filtro de forma tal que cualquier información que recibas es pasada por ese filtro y es procesada y traducida en los términos de esa programación mental, de tal forma que solo captamos una verdad parcializada, incompleta y la mayoría de las veces deformada.

Mientras vivimos “dormidos” solo se nos permite ver una ilusión de la realidad.

- ¡Henry, cuanto has cambiado! Te veo más delgado y hasta más alto e incluso hasta el color de tu piel se ve morena, ¿qué te hiciste?
- Disculpe Señora. Yo no soy Henry, soy Juan.
- ¡Oh! ¡Hasta el nombre te cambiaste!

¡Ja! Que ciegos y sordos podemos ser mientras vivimos “dormidos.

Para despertar hay que aprender a escuchar y a ver. El problema es que no nos gusta ver la realidad y preferimos mantenernos en la ilusión.

Ustedes creen que un Capitalista criticaría el capitalismo? O que un comunista criticaría el comunismo? O que un religioso blasfemaría de su Dios? Es más fácil atacar las creencias de los otros que el aceptar que las nuestras podrían estar equivocadas.

Nosotros no queremos ver la realidad porque si la vemos podríamos cambiar…

Nosotros no queremos ver la realidad porque si lo hacemos perderíamos el “control” de la ilusión que hasta ahora hemos llamado vida.

Léanme bien: para despertar no se necesita que seas enérgico o fuerte, o joven y ni siquiera se necesita que sean inteligentes. Lo único que necesitamos para despertar es abrir nuestros ojos y agudizar nuestros oídos y estar listos para aceptar algo nuevo en nuestras vidas.

El chance de que tu despiertes es directamente proporcional a la cantidad de realidad que estés dispuesto a aceptar sin huir enterrando tu cabeza – como el avestruz – en tu mundo de ilusión.

Cuanta realidad estas dispuesto a aceptar?

¿Estás listo para retar y sacudir tus valores, creencias e ideologías que te son familiares y te dan seguridad para aceptar otras que son totalmente nuevas para ti? ¿Estás listo para enfrentar el hecho de que pudiste haber estar equivocado y por ello haber cometido muchos errores? ¿Estás listo para enmendar tus fallas y perdonarte a ti mismo?

Tu primera reacción es a sentir Miedo. La mayoría dice que se siente miedo a lo desconocido, yo difiero de esto. No se puede sentir miedo por algo que no se conoce; a lo que realmente tenemos miedo es a perder lo conocido, eso es lo que realmente nos aterra y nos paraliza.

¡Despierta! ¡Despierta!

Sigamos insistiendo en el punto. Todas las cosas que hacemos están involucradas con el Ego. Eso no es fácil de entender. Piensen por un minuto, si todo lo que hacemos tiene un tinte Egoísta, como te sientes acerca de todos los actos solidarios y buenas obras que has hecho? Que pasa con ellos?

Piensa en alguna buena obra que hayas hecho? Como te sentiste cuando la realizaste? Orgulloso? Con la moral alta? Te sentiste en el camino hacia el cielo? Ahora analízala y descubre la participación de tu Ego en ella…en que forma tu manejaste la situación para que al final tu obtuvieras algo a cambio?

¡Ah! ¿Lo ves? ¿Ya no te sientes tan santo verdad? ¿Y que paso con tu Orgullo y tu moral alta? ¿Se desvanecen verdad? Aquello de los cual te vanagloriabas resulto ser que tenía un oculto propósito – aunque a lo mejor no lo sabias en el momento – ¡satisfacer a tu Ego! . ¡Eres un egoísta!

¿Cómo vas a mirar a ahora a aquel compañero de trabajo que del cual tu siempre pensaste que era el Egoísmo viviente? ¿O a aquel vecino al que siempre has calificado de ser un interesado? Ya ves, Tú no eres mejor que ellos. Quizás incluso eres peor que ellos porque seguramente ellos actúan sabiendo que son egoístas e interesados, no lo ocultan y lo practican abiertamente…pero ¿y tú? Tú en cambio disfrazas tu Egoísmo…

¿Pueden verlo ahora?
¡Despierta! Despierta!

¡Esto es liberación! ¡Que maravilloso! ¿Te sientes mal al descubrir que no eres tan buena persona como creías? Quizás debas estarlo, pero lo realmente maravilloso es que estamos descubriendo que NO somos mejores personas que los otros.

Para mi Egoísmo es un instinto de auto preservación, el cual es nuestro más profundo y primer instinto. No ser egoísta seria como no ser Humano. Lean bien: Paren ya de sentirse mal por ser Egoístas. Todos lo somos, pues todos somos iguales.

Una vez alguien escribió una frase maravillosa sobre Jesús: “ Lo hermoso acerca de Jesús fue que El compartió con los pecadores porque comprendió que Él no era mejor que ellos…”

Nosotros solo diferimos de un criminal en las cosas que hacemos o dejamos de hacer pero no en lo que somos.

La única diferencia entre Jesús y los que lo condenaron fue que Él estaba Despierto… y los otros no.


Anthony de Mello

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