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¿Es bueno “competir” para el ser humano?¿ Le hace más feliz, o es fuente de muchas frustraciones que pueden repercutir negativamente en el desarrollo de su vida? ¿De qué le sirven los “rankings”, los “records”? ¿No desarrolla una falsa autoestima, que a la larga o a la corta termina en daño del desarrollo de toda la persona en lo físico y/o en lo psíquico? ¿No lesiona asimismo la calidad de las relaciones humanas haciéndolas propensas hacia la misma violencia?
Sabemos que cada ser humano es único e irrepetible, aunque nos unan semejanzas. Entonces “competir”, ¿ ayuda al ser humano, o lo vuelve más centrado en sí mismo, menos solidario?
Recuerdo que una vez me encontré con un poster, cuyo contenido me dió mucho para pensar, de tal manera, que lo compré y ya encuadrado lo puse en mi salón de trabajo.
Dice así: “El éxito de tu vida, no está en ser el mejor de todos, sino en lograr lo mejor de ti mismo.”
El éxito de tu vida, la felicidad de tu vida, no está en que te compares con los otros, en cuanto que eso se hace imposible. En lo esencial somos diferentes. El reto está en que te vayas conociendo a ti mismo en todo el inmenso potencial que encierras en tu interior, y luego sí, compitas contigo mismo, tratando de lograr lo máximo de tus capacidades emocionales, mentales, espirituales, tomando como brújula rectora el amor y el sentido solidario.
Claro que esto lleva a un trabajo perseverante por conocer tu propia identidad, saber de tus capacidades, de tus defectos (aquello que puedes mejorar de tí mismo), y asimismo aceptar las propias limitaciones (que indican que uno se realiza totalmente
si está abierto y en comunión con los otros).
¿Esto quiere decir que estoy contra el deporte en general? Claro que no, pero que vuelva a ser un juego que desarrolla el cuerpo, la mente y el sentido de compañerismo. Aquello de “Mens sana in corpore sano”, una mente sana en un cuerpo sano.
Un juego que armonice el cuerpo, y descanse la mente. (hasta pronto!)
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del Padre Hugo Perdomo
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