AuTo-eSTiMa: El Deseo De Ser Libres ¿Cómo_podemos_borrar_el_pasado?
¿Qué queremos significar al decir que deseamos estar libres de un vínculo íntimo? Cuando decimos “deseo estar libre”, implícitamente afirmamos que no estamos libres. ¿En qué forma no somos libres? Somos libres físicamente; tenemos libertad para ir y venir… pero, queremos ser completamente libres; no queremos tener nada más que ver con cierta persona.
¿De qué modo estamos ligados a cierta persona, cuando ya somos físicamente libres? ¿Estamos vinculados a ella de algún otro modo? No lo sabemos, pero tenemos un gran resentimiento contra ella. Deseamos no tener más nada que ver con ella. ¿Queremos ser libres, y sin embargo tenemos resentimiento contra cierta persona? Cuando es así no estamos libres de ella. ¿Por qué tenemos este resentimiento contra ella?
Cuando logramos descubrir lo que cierta persona es: su bajeza, su verdadera falta de amor, su completo egoísmo… no podemos referirnos el horror que hemos descubierto en ella. ¡Y pensar que estábamos celosos de ella, que la idolatrábamos, que nos habíamos sometido a ella! Descubrir que cierta persona es estúpida y artificioso cuando nosotros la creíamos ideal, es lo que nos produce este resentimiento. Nos sentimos manchados con sólo pensar que hemos tenido algo que ver con ella. Queremos estar completamente libres de ella.
Podemos estar físicamente libres de ella, pero mientras tengamos resentimiento contra ella, no estamos libres. Cuando la aborrecemos, estamos atados a ella; cuando nos avergonzamos de ella, todavía estamos sometidos. ¿Estamos enojados con cierta persona o con nosotros mismos? Cierta persona es lo que es, y ¿por qué enojarnos con ella? ¿Nuestro resentimiento es realmente contra ella? O, habiendo visto lo que es, ¿estamos avergonzados de nosotros mismos por haber estado unida a ella? Ciertamente estamos resentidos, no a causa de cierta persona, sino de nuestro propio juicio y de nuestras propias acciones. Estamos avergonzados de nosotros mismos. No estando dispuestos a ver esto, la difamamos a ella por lo que es. Cuando admitimos que nuestro resentimiento contra cierta persona es una evasión de nuestra propia romántica idolatría, entonces ella queda descartada. No estamos avergonzados de cierta persona, sino de nosotros mismos por haber estado asociados con ella. Estamos enojados, disgustados con nosotros mismos, y no con ella.
Así es, esto es así. Cuando realmente logramos ver esto, cuando logramos vivirlo como un hecho, entonces estamos libres de ella. Cierta persona ya no es más el objeto de nuestra enemistad. El odio ata tanto como el amor.
¿Cómo podemos hacer para estar libres de nuestra propia vergüenza y de nuestra propia estupidez? Vemos muy claramente que cierta persona es lo que es, y que no hay razón para difamarla; pero ¿cómo podemos librarnos de esta ignominia, de este resentimiento que ha venido creciendo lentamente y que se ha colmado en esta crisis? ¿Cómo podemos borrar el pasado?
Es más importante saber por qué deseamos borrar el pasado que saber cómo borrarlo. La intención con que enfocamos el problema es más importante que saber lo que debemos hacer. ¿Por qué queremos borrar de la memoria esta asociación? ¿Detestamos el recuerdo de todos esos años? ¿Nos ha dejado un sabor amargo? ¿No es esa una razón suficiente?
Ciertamente, no. ¿Por qué queremos borrar estos recuerdos? Lo es, efectivamente, porque nos han dejado un mal sabor. Aún cuando por algún medio fuéramos capaces de borrar el pasado, podríamos vernos de nuevo atrapados en acciones que podrían avergonzarnos. Borrar simplemente los recuerdos desagradables no resuelve el problema, ¿no es cierto?
Entonces, ¿cuál es el problema? ¿No lo estamos haciendo innecesariamente complejo? Cierta persona ya es bastante compleja en sí misma, o al menos lo es nuestra vida. ¿Por qué sobrecargarla más aún? ¿Estamos complicando o estarnos tratando de entender lo que es, y de liberarnos de ella? Por favor, tengamos un poco de paciencia. ¿Qué es el apremio que nos impulsa a borrar el pasado? Nuestro pasado puede ser desagradable, pero ¿por qué queremos hacerlo desaparecer? No hemos formado de nosotros mismos cierta imagen que estos recuerdos contradicen, y por esto queremos deshacernos de ellos. Tenemos cierta estimación de nosotros mismos, ¿no es cierto?
Todos nos colocarnos en diferentes niveles, y constantemente estamos cayendo de esas alturas. Nos avergonzamos entonces de estas caídas. La autoestima es la causa de nuestra vergüenza, de nuestra caída. Es esta autoestimación lo que debemos entender, y no la caída. Cuando no hay un pedestal sobre el cual nos hemos colocado, ¿cómo puede producirse caída alguna? ¿Por qué nos hemos colocado sobre un pedestal llamado autoestima, dignidad humana, ideal, etc.? Cuando podemos entender esto, entonces ya no existe ninguna vergüenza del pasado; ésta desaparece completamente. Somos lo que somos, sin el pedestal. Cuando no está el pedestal, la altura que nos hace mirar hacia abajo o hacia arriba, entonces somos aquello que siempre hemos escapado. Es esta evasión de lo que es, de lo que somos, lo que nos provoca confusión y antagonismo, vergüenza y resentimiento. No tenemos por qué decirle a uno u otro lo que somos, sino estar conscientes a ello, sea lo que fuere, agradable o desagradable: vivamos con ello sin justificarlo o resistirlo. Vivamos con ello sin ponerle un nombre; porque el nombre mismo es una condenación o una identificación. Vivamos con ello sin miedo, pues el miedo impide la comunión, y sin comunión no podemos vivir con ello.
Estar en comunión es amar. Sin amar, no podemos extinguir nuestro pasado; y con Amor, no hay pasado.
¡Pues, cuando hay Amor, el tiempo no existe!
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