APRENDER A PERDONAR
por
Laura Álvarez
MSc. Psicología Clínicalalvarez@saborysalud.com
Perdonar es la sincera decisión de exonerar a la persona que le ha herido a usted de toda obligación incurrida cuando cometió el hecho. Es liberar a la persona que le debe de su obligación. Es un regalo que nos damos a nosotros mismos para liberarnos de algo que nos tiene atrapados. Si no perdonamos estaremos atados a las ofensas o situaciones vividas. Por ejemplo podemos pasar muchos años llenos de rencor por algo que nos hicieron o dijeron cuándo estábamos pequeños y hoy somos adultos. Cuando perdonamos soltamos a la persona que nos hizo daño y dejamos ir lo que nos dijo o hizo.
Muchos de los problemas que las personas vivimos es por falta de perdón, pues esto genera enojo, amargura, resentimientos, hostilidad. Contrario a lo que se cree, la falta de perdón le hace daño a la persona que no perdona y no al que ofende. La falta de perdón esclaviza y la persona vive pendiente de lo que le hicieron. Por el contrario el ofensor probablemente ni se acuerde de lo que dijo o hizo o probablemente ni cuenta se halla dado de que ofendió, caemos en un círculo en donde nos negamos a perdonar por esperar a que nos pidan perdón dejando y depositando en los otros nuestro crecimiento personal.
“El que no perdona siempre pierde”
El perdonar no significa que se borran los recuerdos que nos lastiman, es abandonar mi orgullo y desatarme de esos sentimientos que me enferman. No es dejar que me hagan y me digan lo que sea, por el contrario es aprender a poner límites y tomar la decisión de que yo no puedo evitar que los demás me hagan daño pero sí puedo evitar que eso me afecte. Debemos interiorizar que contrario a lo que nos han enseñado “ojo por ojo diente por diente”, la falta de perdón nos esclaviza. Perdonar muchas veces puede dolernos pues es más fácil echarle la culpa a los demás en lugar de decidir perdonar. Constantemente oímos frases como: “por qué tengo que perdonarlo si ellos fueron los que me hirieron, “yo no pido perdón hasta que me lo pidan”, “yo no tengo que perdonar porque yo no hice nada”, “si lo perdono es decirle que no importa lo que hizo”. Sin embargo, entendamos que perdonar es librarnos de las cargas que llevamos y lograr tener paz nosotros mismos.
PERDONAR...
...es dar vuelta a la llave, abrir la puerta de la celda y dejar el prisionero libre....es escribir en grande “nadie me debe nada”....es bajar el mazo en un tribunal y pronunciar “inocente”....es echar toda la basura y suciedad, dejando la casa limpia y fresca
¿POR QUÉ DEBEMOS PERDONAR?
- Para ser libre del resentimiento y la amargura (agobio, disgusto, pena, tristeza, dolor, enojo, sufrimiento, - Para alcanzar mi estabilidad emocional (sentimientos de inferioridad, límites, autoestima).- Para evitar enfermedades psicosomáticas. Si yo no hablo mi cuerpo habla, se enferma.- Para encontrarme y amarme( tener seguridad, paz, amor, gozo.- Para no contaminar a otros.
¿A QUIÉN DEBEMOS PERDONAR?
* A mí mismo
* A Dios
* A mis padres
* A mi pareja
* A mis hijos
* A toda aquella persona que me hizo daño.
ALGUNOS CONSEJOS PARA PERDONAR:
1- Interiorice que el perdón no es justificar a los demás ni permitir que me hieran.
2- Es reconocer que yo soy el responsable de mi crecimiento personal y que no puedo evitar que me hieran pero sí que eso me afecte.
3- Decida perdonar.
4- Para perdonar no necesita decírselo a la persona ni reclamarle. Recuerde que lo que usted busca es liberarse usted.
5- Busque un lugar donde esté sólo y haga este ejercicio:
Reconozca y confiese que tiene resentimientos y confróntelos:
- Recordándolos
- Identificando "lo que siento"
- Escríbalos
- Diga el nombre de la persona en voz alta y reclámele
- Decida perdonar: tomo la decisión de perdonar a…. por lo que me hizo o dijo.
- Decir “Te Perdono”. Tomar la decisión de perdonar y decir te perdono….
- Dígale te dejo libre, te perdono.
- Si la persona es todavía parte de su vida acéptela y no trate de cambiarla
6-Rechace esa(s) herida(s) del pasado, y heridas futuras:
- Cuidando nuestro ser interior.
- Rechazando comentarios referidos a nuestra herida.
- No acumule tensiones, sobre esa(s) persona(s).
- Cada vez que se acuerde de la herida: diga yo decido perdonar.
7-Reconocer que todos fallamos y que hemos necesitado que nos perdonen
8-El perdón es un proceso: cada vez que recuerde el daño que le hicieron diga: yo decido perdonar.
9-Hacer una auto evaluación constante para detectar heridas y repetir el proceso.
Laura Álvarez
http://www.saborysalud.com/
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