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jueves, 1 de agosto de 2013

EN LA TERCERA DIMENSION ...

En la tercera dimensión, la conciencia de pobreza es endémica. Las personas constantemente está pensando, hablando y actuando como si fueran pobres y carentes. Están afirmando la pobreza. Los medios se suman a esta situación enfocándose en el miedo y la pérdida, y así confirman la creencia que está en el inconsciente colectivo de que somos víctimas impotentes en un mundo terrible. Como resultado, muchas personas en este mundo crean una realidad física de pobreza.
Para poder vivir en la quinta dimensión y luego ascender, debemos abrazarnos a una conciencia de abundancia.
Esto significa respirar, pensar, hablar y actuar como amados hijos de Dios, sabiendo quesiempre vamos a ser apoyados.
Dios quiere que todos vivamos en abundancia.
La abundancia fluye con el amor, la felicidad, la prosperidad y el éxito, todo lo cual da como resultado una buena y vibrante salud.
Prosperidad no es tener dinero en el banco, guardándolo por miedo a que te lo quiten o que no vaya a haber lo suficiente. Eso demuestra que el dinero tiene poder (maestría) sobre nosotros.
Prosperidad es tener en abundancia, sabiendo que vendrá más. La conciencia de la prosperidad es creer que siempre va a haber en abundancia y pensar, hablar y actuar sobre esa premisa. Así tenemos poder (maestría) sobre el dinero.
Amor no es aferrarse a las amistades y relaciones románticas, o manipulear o chantajear a otros para que permanezcan junto a ti. No es hacer que otras personas sean dependientes de ti para que no te dejen, o agradar a otros para que te quieran. El amor es ser leal contigo mismo y disfrutar de tus relaciones, de tu pareja, tu familia, tus hijos y amigos, dejándolos libres, sabiendo que siempre habrá personas que te amen. Es amar incondicionalmente a la gente. También es amarte a ti mismo y sentirte cómodo con tu propia compañía.
El éxito no es siempre mirar y buscar el reconocimiento exterior y cosas materiales. Es un sentimiento de plenitud y auto-merecimiento, de paz, alegría y satisfacción.
La felicidad no depende de cómo te trata otra gente. La felicidad es una sensación de liviandad y alegría internas.
La abundancia fluye como resultado de tus pensamientos y acciones. Suelta el miedo de que no haya lo suficiente. Hay en abundancia para todos.
Si regalas algo mientras piensas: “Siempre lo estoy ayudando”, o “Siempre pago”, lo que haces es retener. La generosidad es una cualidad de la quinta dimensión; significa dar libremente desde tu corazón, y esto asegura que fluirá más todo hacia ti.
¿Les darías más a otros si confiaras en que te entrará más? Entonces da desde tu corazón y esto sucederá.
El amor incondicional es, por supuesto, una cualidad de la quinta dimensión. Significa aceptar a la gente exactamente como es, sin juzgarla. Reconocer lo bueno en los demás. Es compasión, empatía y entendimiento. El amor genuino tiene una cualidad tan magnética que cualquiera que lo esté irradiando atrae a otra gente a su alrededor.
¿Dejarías a alguno de tus amigos o aun a tu pareja si supieras que ese vacío sería llenado por personas de una vibración superior? Tu trabajo, tus entretenimientos, tu hogar, ¿te satisfacen plenamente? ¿Te traen una sensación de alegría y plenitud? ¿Hay algo en tu vida que cambiarías si supieras que algo mejor te llegaría? El miedo que te tiene atrapado en lo viejo está bloqueando tus canales de abundancia.
Tal como un río fluye incesantemente, así la Ley del Fluir asegura que no haya vacíos en la vida. Si dejas que algo o alguien se vaya, cosas y personas nuevas toman su lugar, aunque puede haber un período de espera. Naturalmente, si dejas algo y continúas enviando los mismos mensajes subliminales, recibirás las mismas viejas condiciones. Sin embargo, si te has liberado de algo de una vibración más baja, algo nuevo y mejor te llegará automáticamente.
Bien, así como todos los padres quieren que sus hijos tengan todo lo que necesitan, la Fuente divina no es diferente. Somos hijos del Universo, y es hora de reclamar la herencia divina y ser prósperos.
Ciertas situaciones nos mantienen en la escasez y otras nos permiten prosperar. Tomemos el ejemplo de una planta, si la ponemos en tierra inadecuada llena de babosas, con poca agua, expuesta a los rayos directos del sol, con un espacio limitado, realmente jamás florecerá, lo que podemos esperar es que muera.
Las leyes espirituales que hacen que prosperemos o nos marchitemos funcionan igual. Unos paradigmas pobres hacen las veces de tierra infértil, si el paradigma dice que no merecemos la abundancia, o que simplemente es mala, considéralo suelo pedregoso. Un paradigma de auto-confianza equivale a tierra fértil. El miedo, la incertidumbre, las dudas resecan esa tierra, mientras el entusiasmo, la alegría y la fé la nutren.
Para que la prosperidad florezca es necesario permitir expresarnos creativamente, darnos la libertad y el espacio para desarrrollar nuestros talentos.
Extraemos situaciones del depósito universal según nuestro nivel de Consciencia, o tenemos consciencia de pobreza o de abundancia. Aunque suene raro, muchas personas en vidas pasadas pertenecieron a ordenes religiosas he hicieron votos de pobreza, puede ser el motivo por el cuál no prosperan en ésta vida hagan lo que hagan, porque a nivel profundo se sienten culpables de tener dinero. Si sospechas que puede ser tu caso cancela esos votos. Por otro lado la mayoría de almas viejas no valoran los bienes materiales igual que las almas jóvenes, en el fondo saben que es algo ilusorio por eso no le prestan tanta importancia, piensan que el dinero es malo, cundo es exactamente al revés. Lo más espiritual es tener dinero y utilizarlo sabiamente con amor.
Por otro lado la ambición es una indigestión financiera, es el equivalente a asistir a un buffet y amontonar comida en el plato, mucha más de la necesaria, al final te sienta mal y te bloquea. El punto ideal está en el centro, tener suficiente y saber que es mucho.
Si somos mezquinos, rígidos mentalmente y tacaños, jamás nos sentiremos satisfechos y felices, porque esa consciencia de pobreza es una actitud de vida. Por si tenemos un corazón generoso, mente abierta y manos extendidas para dar, siempre estaremos felices; La consciencia de prosperidad se encarga de todo lo demás.
Prosperidad = Sensación de Bienestar económico
La auténtica prosperidad llega cuando aceptamos nuestro derecho de nacimiento y la responsabilidad y el poder que esto implica
Piensa y actúa como si fueras prospero, y el Universo recibirá el mensaje y te enviará abundancia.

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