Los siete derechos básicos de los chakras
Muchas veces hemos publicado imágenes e información referida a los chakras o centros de energía básicos del ser humano.
Hoy queremos compartir otra manera de abordar los chakras, conforme a la visión de la lic. Constanza Lofredda: analizando qué derechos de nacimiento nos otorgan, por el solo hecho de encarnar en este plano.
Primer chakra: Derecho a tener
El derecho que subyace al chakra primero es el de "estar aquí" o Dassein, como se diría en términos filosóficos, lo cual se manifiesta en el derecho a recibir lo necesario para la supervivencia. Cuando se nos niegan las necesidades básicas de la supervivencia (alimento, vestido, vivienda, calor humano, sanidad, un medio tolerable, contacto físico) está amenazado nuestro derecho a tener. Como consecuencia tenderemos a poner en tela de juicio tal derecho en el curso de nuestra vida y ello en relación con muchas cuestiones, desde el dinero y las propiedades hasta el amor y el tiempo que necesitamos para nosotros mismos.
Chakra segundo: Derecho a sentir
"¡Deja de llorar! ¡No tienes ningún motivo para lamentarte!". "No tienes razón para estar enfadado". "¿Es que no sabes dominar tus emociones? ¡Deberías avergonzarte de ti misma!".
Semejante adoctrinamiento infringe nuestro derecho a sentir. Una cultura que reprime la expresión de la emotividad, o que considera débiles a los que demuestran sensibilidad, también infringe ese derecho fundamental, uno de cuyos corolarios es el derecho a desear. Pero si ni siquiera se nos permite sentir, difícilmente averiguaremos qué es lo que deseamos.
Chakra tercero: Derecho a obrar
Lo restringe la autoridad abusiva de parte de los padres y autoridades de la cultura en que vivimos. Se encarcela a los no sumisos. Se detiene y también muchas veces se maltrata a manifestantes pacíficos que no hacen otra cosa que obrar de acuerdo con sus opiniones tocantes a asuntos que afectan al derecho de supervivencia. Se nos enseña a obedecer y someternos; la experiencia de tal ambiente nos comunica que más nos vale que nuestras acciones sean conformes. El temor a los castigos y el hábito adquirido de la obediencia ciega, inculcados por la autoridad paterna o por las instancias culturales, obstaculizan seriamente nuestra capacidad personal, el uso conciente de nuestro derecho a obrar.
Chakra cuarto: Derecho a amar y ser amado
En la familia, este derecho puede verse menoscabado cuando los padres no quieren ni atienden al hijo de una manera constante e incondicional. El amor bajo condiciones atenta contra la autoestima del niño. En cuanto al condicionamiento cultural, la restricción del chakra cordial se halla en las actitudes censoras ante los hombres que aman a otros hombres y las mujeres que aman a otras mujeres, los amores interraciales o las relaciones simultáneas con más de una persona. El derecho a amar queda perjudicado en los conflictos raciales, en la opresión de una cultura sobre otra, en las guerras y en todo lo que origina enemistades entre distintos grupos. Cuando nos sentimos ofendidos o rechazados, con frecuencia cuestionamos o restringimos nuestro derecho a amar; en consecuencia "echamos siete llaves" al corazón.
Chakra quinto: Derecho a decir y a escuchar la verdad
La primera dificultad ocurre cuando no se nos permite hablar delante de nuestra familia: "Esas cosas no se dicen", "los niños no hablan en presencia de los mayores". Y también cuando nadie escucha lo que decimos, o cuando no se nos habla con sinceridad. Se nos niega la expresión, se nos enseña a guardar secretos, o incluso a defender los mitos de la familia (por ejemplo que el abuelo Juan no era en realidad un bribón, sino sólo un tipo bohemio y algo artista), y así se cierra el quinto chakra. Cuando se nos critica por intentar hablar, o se traiciona nuestra confianza revelando asuntos privados nuestros, gradualmente vamos perdiendo el contacto con nuestro derecho a hablar.
Chakra sexto: Derecho a ver
Se transgrede este derecho cuando quieren convencernos de que no es verdad lo que hemos visto, se nos oculta deliberadamente o se nos niegan las cosas (por ejemplo que nuestro padre es un alcohólico), o se pone en tela de juicio el alcance o la amplitud de nuestra visión. Cuando lo que vemos a nuestro alrededor es feo, desagradable o contradictorio con otras cosas también vistas, la visión física puede resultar perjudicada por la clausura del tercer ojo. Reivindiquemos el derecho a ver, porque ello nos ayudará a recuperar asimismo nuestras facultades intuitivas y extrasensoriales.
Chakra séptimo: Derecho a saber
Comprende el derecho a la información, a la verdad, a recibir educación y conocimientos. Pero también son igualmente importantes nuestros derechos espirituales, en particular el de relacionarnos con la Divinidad como quiera que nosotros la llamemos, en tanto la percibamos. Imponer un dogma espiritual a otra persona es una infracción a los derechos personales significados por el séptimo chakra.
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