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viernes, 1 de marzo de 2013




EL ESPIRITU, EL ALMA, LA MENTE Y CUERPO.

EL ESPIRITU.

El hombre es un espíritu que habita en un cuerpo y que tiene un alma. Espíritu se es, alma se tiene".
El espíritu es la parte divina, inmortal y eterna, la chispa divina o emanación de Dios, que portamos en lo más profundo, de nuestro ser.
Esta es la fuerza de Dios, la luz eterna e inextinguible, que nos ilumina en los momentos cruciales, de nuestra vida. Podríamos comparar a Dios, con un gran dínamo que al girar vertiginosamente, hubiera desprendido miles de millones de (átomos) electrones negativos.
Cada uno de esos átomos equivale al espíritu de un hombre. Por lo tanto, el hombre es un espíritu encarnado en un cuerpo.
El espíritu es una energía que está localizada en cada célula y específicamente en cada átomo y si somos más rigurosos podemos ir más allá.
Está compuesta por la bioenergía y la energía del CEU. Cada átomo ejecuta una labor energética, por medio de turbinas electromagnéticas, que giran alrededor del núcleo (electrones), los cuales se nutren de energía constantemente, por medio del aire que respiramos y del sol. La energía da vida a la materia bioquímica.
El objetivo máximo del ser humano consiste en realizar la amistad eterna del alma y espíritu, para lo cual es necesario cultivar el alma, dándole conciencia e inteligencia, actualizando su contenido y sentido de vida. Es como un animalito o niño pequeño, al cual debemos imponer nuestra voluntad, para enseñarle a obedecernos en todo momento, y no ser nosotros los que obedezcamos a la parte animal.
En el ser humano, cuando el alma adquiere conciencia o inteligencia, podemos actuar a voluntad, con las fuerzas de la naturaleza. La ley de la correspondencia dice, "como es arriba es abajo, como abajo es arriba" o como dice la iglesia,, " así como en la tierra es en el cielo.".
Si aplicamos esta ley universal, a este caso en particular, podemos afirmar, que todo lo que está dentro de nosotros, también está fuera y por lo tanto, aquel que conquiste su naturaleza interna, alcanzará también el dominio de la externa.
La alquimia, arte tradicional del ocultismo, enseña a transmutar los metales viles en oro. En el aspecto espiritual, esto simboliza la transmutación de las bajas pasiones en virtudes.
El alma que se desprende de las escoria de los sentimientos y pasiones desenfrenadas, es cual refulgente escudo de oro, que acoraza al individuo, en contra del mal y la miseria humana.




EL ALMA.

El alma, es la parte animal inteligente, o sea lo que llamamos personalidad, que se forma gradualmente como producto de la unión espíritu-cuerpo... Que en mi opinión, ésta se manifiesta en el instante en que el espíritu energiza la mente y el cuerpo. Cuando un sujeto tiene pena o sufre un estado de profunda tristeza, generalmente es el alma la que está sintiendo esto. En cambio, cuando alguien dice "yo soy el que soy", es el espíritu el que se ha manifestado. Lo que indica que nuestro espíritu puede re-potenciar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra alma.
Está compuesta por la bioenergía y la energía del CEU. Cada átomo ejecuta una labor energética, por medio de turbinas electromagnéticas, que giran alrededor del núcleo (electrones), los cuales se nutren de energía constantemente, por medio del aire que respiramos y del sol. La energía da vida a la materia bioquímica.
El objetivo máximo del ser humano consiste en realizar la amistad eterna del alma y espíritu, para lo cual es necesario cultivar el alma, dándole conciencia e inteligencia, actualizando su contenido y sentido de vida. Es como un animalito o niño pequeño, al cual debemos imponer nuestra voluntad, para enseñarle a obedecernos en todo momento, y no ser nosotros los que obedezcamos a la parte animal.
En el ser humano, cuando el alma adquiere conciencia o inteligencia, podemos actuar a voluntad, con las fuerzas de la naturaleza. La ley de la correspondencia dice, "como es arriba es abajo, como abajo es arriba" o como dice la iglesia,, " así como en la tierra es en el cielo.".
Si aplicamos esta ley universal, a este caso en particular, podemos afirmar, que todo lo que está dentro de nosotros, también está fuera y por lo tanto, aquel que conquiste su naturaleza interna, alcanzará también el dominio de la externa.
La alquimia, arte tradicional del ocultismo, enseña a transmutar los metales viles en oro. En el aspecto espiritual, esto simboliza la transmutación de las bajas pasiones en virtudes.
El alma que se desprende de las escoria de los sentimientos y pasiones desenfrenadas, es cual refulgente escudo de oro, que acoraza al individuo, en contra del mal y la miseria humana.

Como manifestación del alma, podemos apreciar el sello característico que el alma colectiva familiar imprime en todos los integrantes. Sus facciones no solamente llevan un parecido físico, sino también algo que llamamos "aire de familia", algo que se siente en el ambiente al tratar a uno de ellos.
Esta alma colectiva puede convertirse, en algunos casos, en un verdadero tirano egoísta y pasional, que trae desgracia y miseria a los integrantes de este núcleo.
Si existe armonía y perfecta unión, puede brindarles prosperidad, protección, riqueza y felicidad.
En el aspecto colectivo, es interesante observar el alma de un país. Todo sus habitantes tienen una idiosincrasia similar, una manera especial de comportarse, que no nace de la vida conjunta.
Todos los extranjeros que llegan, son rápidamente tomados por esta fuerza colectiva y adoptan con presteza el aire regional, hasta llegar a simular ser nativos.
En esta alma colectiva, gravitan todas las emociones, instintos, pensamientos y pasiones del pueblo y es a causa de esto que para poder triunfar, en cualquier sentido, para superar la mediocridad, es necesario elevarse sobre la vibración de esta alma colectiva, sometiéndose a una férrea disciplina personal.
Así como el ser humano tiene alma, también la tienen los animales, las plantas y aun los minerales, ya que la vida está en todo. Tal como afirma el principio hermético de vibración "nada es inmóvil, todo vibra"..
Nuestra alma se activa con la energía del espíritu que energiza la materia, el alma es animal y es la manifestación del cuerpo, es la inteligencia, es el uso de la mente, es la sabiduría, es el conocimiento, es la identificación astral, es la luz y como tal nuestra alma se tiene, viene con nosotros desde la gestación…
En la vida diaria, podemos hacer una comparación con la ampolleta, el espíritu es la energía, el cuerpo es la ampolleta y todos sus componentes (vidrios, rosca, filamentos, etc), la mente es el gas y la cantidad de electrones almacenados, que se generan y activan cuando se presiona el interruptor y se da el paso al ingreso de la energía , que calienta el espiral de tungsteno para que éste genere gas y los electrones necesarios que harán luz dentro del cuerpo de vidrio, de la ampolleta.
La luz, es la manifestación que llamaremos alma. La cual se ilumina una vez que todos los demás componentes están siendo activados por el espíritu.
En conclusión nuestra alma podría exigir mucha energía, un cuerpo limpio y transparente y a medida que se hace consciente y potente, también sabrá economizar energías.

LA MENTE.

Nuestra mente es una malla celular que se encuentra en todo el cuerpo, donde se registra todo pensamiento, como en un archivo electromagnético, que funciona de forma similar a las memorias artificiales de hoy, muy similares al empleo y uso inteligente de las neuronas artificiales.
Esta mente pertenece a una red planetaria, conocida antiguamente como "archivos akasicos"; luego Jung, la acuñó como inconsciente colectivo universal y hoy se conoce como noosfera.
En mi opinión, me atrevo a creer y a hacer pensar que nuestra mente se encuentra en el espacio comprendido entre los electrones y el núcleo de cada átomo y que es donde se grava y actualiza diariamente cada información, durante la etapa REM del sueño.
Podemos atrevernos a creer que somos parte de una superconciencia, de la que cada ser vivo forma parte.
En este contexto, los denominados "Archivos Akasicos" contienen toda la información, de cada uno de los seres del planeta y el universo.
Nuestra mente, por otra parte reclama energías, necesita pensar.
La mente es el instrumento más poderoso que posee el ser humano.
La fuerza del pensamiento crea en el mundo mental o plano arquetípico una forma de pensamiento, que si es mantenida por suficiente tiempo se materializará en forma concreta.
Cuando interrumpimos el paso de la energía todo se acaba, nuestra luz deja de alumbrar o si bajamos la potencia esta luz se ve afectada, nuestra mente no funciona y dejamos de pensar o nos cuesta, por falta de potencia, llevando incluso a nuestro cuerpo a una muerte clínica, y en el mismo momento, de EKG (electro cardiograma) no detecta, comienza el proceso de descomposición en pequeñas partículas bioquímicas.
Estimados amigos, comencemos por entender esto y a medida que pasa el tiempo, iremos avanzando y construyendo una idea de pensamiento, esotérico, moderno y exotérico.

EL CUERPO.

Existe una confusión con respecto, a lo que es alma y espíritu. Son dos términos, que utilizamos dentro del código de palabras, que manejamos quienes estamos en esta, la nueva forma de obtener conocimientos. Todo ser espiritual o quien participa en esta línea de pensamiento, debe conocer y diferenciar ambos términos. Intentaremos comentar varios ejemplos.
La filosofía de lo rosacruces, dice "el hombre es un espíritu que habita en un cuerpo y que tiene un alma. Espíritu se es, alma se tiene".

En la vida diaria, podemos hacer una comparación con la ampolleta, el espíritu es la energía, el cuerpo es la ampolleta y todos sus componentes (vidrios, rosca, filamentos, etc), la mente es el gas y la cantidad de electrones almacenados, que se generan y activan cuando se presiona el interruptor y se da el paso al ingreso de la energía , que calienta el espiral de tungsteno para que éste genere gas y los electrones necesarios que harán luz dentro del cuerpo de vidrio, de la ampolleta.
Nuestro cuerpo también necesita de energías para transportar a los demás elementos, no olvidemos que el hombre es una máquina, nada puede hacer, nada puede realizar, todo le sucede. No tiene voluntad ni libre albedrío.

Autor:

Julio Fuentes Chavarriga

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