Existen corrientes eléctricas que también fluyen desde el corazón a través del sistema circulatorio. Sobre 50.000 capilares hacen que esa "corriente del corazón" fluya hasta cada partícula del cuerpo.
El corazón tiene el campo biomagnético más fuerte.
Se sabe que uno de los componentes principales del aura es el campo biomagnético.
Estos campos energéticos interactúan unos con otros cerca del cuerpo, incluyendo los de otras personas. Este principio se conocer como inducción y significa que cada campos magnéticos puede tener efectos sobre otros, provocando cambios en el propio campo al igual que en la fuerza y frecuencia de las corrientes eléctricas que fluyen el su conductor.
Las manos también tienen campos biomagnéticos que las rodean. Los campos biomagnéticos de los sanadores han sido medidos mientras aplican la energía y se ha descubierto que son muchos más fuertes que los campos biomagnéticos de los no sanadores.
En las pruebas efectuadas se comprobó que los campos biomagnéticos de los sanadores pulsaron a una frecuencia variable entre 0.3 y 30 Hz, con la mayor parte de la energía fluctuando entre 7 y 8 Hz.
Las frecuencias necesarias para la sanación son:
Regeneración de los terminales nerviosos: 2 Hz
Crecimiento de los evos: 7 Hz
Tejidos del cuerpo: 7 Hz
Sanación de ligamentos: 10 Hz
Capilares: 15 Hz
Cuando un sanador coloca sus manos sobre o cerca de un órgano enfermo y comienza a transmitirle energía, el campo biomagnético que emana de las manos del sanador es más fuerte energéticamente hablando que el órgano enfermo. Al vibrar a la frecuencia necesaria por el órgano, se produce un ajuste que afecta la corriente energética en las células, el sistema nervioso y en los alrededores del órgano.
Referencia: "Medicina Energética, La Base Científica", Dr. James L. Oschman, Recopilado por: Dra. Mayra Rodriguez
Giovannnelli
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