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viernes, 26 de octubre de 2012

EL LIBRO DE LA NADA

Si vas pensando *acerca de*, te pierdes la vida entera.

*La realidad está justo ahí, siempre esperando cerca de tu corazón, cerca de tus ojos, cerca de tus manos.
Puedes tocarla, puedes sentirla, puedes vivirla, pero no puedes *pensarla*....

Ver es algo directo, tocar es algo directo; pero pensar es algo indirecto. Es por eso que el pensar no toca la realidad....

He oído acerca de un filósofo judío. Era un campesino ordinario pero muy filosófico. Se llamaba Yossel. Pensaba acerca de todo, como suelen hacer los filósofos. Le era muy difícil hacer nada porque el pensar llenaba todo su tiempo, y cuando por fin estaba listo ya había pasado la oportunidad.

Una vez fue al mercado de una aldea cercana para vender su trigo. Le dijo a su esposa: *En cuanto haya vendido el trigo, te mandaré un telegrama.* Vendió el trigo obteniendo una gran ganancia y luego fue a mandar el telegrama. Entró en la oficina de Correos, rellenó el impreso de envío y empezó a pensar en qué poner.

Escribió: *Trigo vendido provechosamente. Llego mañana. Amor y besos. Yossel*

Entonces empezó a reflexionar y pensó : Mi esposa se va a creer que me he vuelto loco. ¿Por qué *provechosamente*? ¿Acaso vendería el trigo con pérdidas?. Así que tachó la palabra *provechosamente*. Entonces se preocupó más aún porque, si había cometido un error con una palabra, puede que hubiera cometido otros errores.
Así que volvió a leerlo todo parándose a pensar en cada palabra. Y pensó: ¿Por qué poner: *Llego mañana*? ¿Acaso voy a regresar el mes que viene? ¿El año que viene?. Ella ya sabe que voy a regresar tan pronto como haya vendido el trigo. Así que tachó las palabras *llego mañana*.

Más tarde pensó: *Mi esposa también sabe que he venido a vender el trigo, ¿entonces para qué escribir: *Trigo vendido*? Y también tachó eso.

Entonces se echó a reír y dijo: Le estoy escribiendo a mi propia esposa, ¿para qué le voy a poner *amor y besos*? ¿Acaso le estoy escribiendo a la esposa de otro?.... Y también tachó eso.

Ya sólo quedaba su nombre: Yossel. Y se dijo a sí mismo:
*¿Yossel, te has vuelto loco? Tu mujer ya sabe tu nombre* . Así que rompió el telegrama, contento de haberse ahorrado un dinerillo y algunas palabras sin sentido.

Pero así es como son las cosas: si vas pensando *acerca de*, te pierdes la vida entera; poco a poco vas tachándolo todo ...

Recuerda: la acción es buena; el pensar es un círculo vicioso, nunca te lleva a ninguna parte. Así que hay que dejar de pensar pero no de actuar...
Ver es una acción, moverse es una acción, danzar es una acción, pintar es una acción. Cuando haces cualquier cosa, sea lo que sea, te pones en contacto con la realidad.*

Osho, El libro de la nada "

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