¿RAZÓN O INTUICIÓN?, ¿MENTE O ESPÍRITU?
Todos nosotros, en un momento u otro de nuestras vidas, hemos tenido ese "algo" especial que nos indicaba un aspecto diferente al que nuestra razón apuntaba inicialmente. Ese algo no es otra cosa que una percepción intuitiva de la Realidad, o lo que es lo mismo un retazo de la Verdad. Y aquí es donde, en la mayor parte de los casos, se produce una confrontación entre lo que la mente dicta y lo que el espíritu interpreta.
La pregunta que se plantea es obvia, ¿esto que percibo es real o simplemente es una idea descabellada sin fundamento?. Y como habrán podido constatar, casi siempre la razón o indicación mental pesa sobre cualquier otra interpretación, aunque finalmente la intuición fuera correcta. Esto ocurre especialmente en estos tiempos de despertar de algunos indiviuos de la humanidad encarnada y desencarnada hacia otros horizontes de Realidad.
Debemos ser ya conscientes de que la vida carnal es simplemente una muleta sobre la que se apoya el espíritu para completar un aprendizaje encaminado a su evolución. Luego, para esto el espíritu se vale de un cuerpo y una mente que le sirven de campo de pruebas en su periplo ascendente. No obstante, cuando encarnamos perdemos los recuerdos de lo que somos en Realidad, para así probarnos en las distintas vivencias que precisemos para nuestra evolución y la de aquellos con los que interactuemos en este teatro improvisado que es la vida carnal.
Más allá de todo esto, subyace la Realidad del espíritu, que goza de mayor o menor libertad según sea su estado evolutivo, pero eso sí, carente de sentidos y emociones. La interpretación de la Realidad la percibe y no la siente, la intuye y no la razona. Pero ahora que estamos encarnados, la razón goza de un peso que no se merece por cuanto no obedece a la Realidad, sino a un sueño pasajero que, antes o después, cesará.
Pero en estos tiempos de despertar, ya la razón va perdiendo peso, de manera que la mente se ve sorprendida en sus continuos achaques de razón, por una rebeldía espiritual que plantea, en inicio, una nueva visión intuitiva que produce un estremecimiento por la disyuntiva que se establece. Estos son los inicios, donde seguramente la razón siga tomando el mando, pero, sin embargo, el quebranto vibratorio ya no tendrá vuelta atrás. Razón e intuición se enfrentan.
Sólo necesitamos de un ejercicio continuado de atención hacia el interior, de realizar una introspección contemplativa carente de reacciones ante el desarrollo de los acontecimientos. Si observamos pacientemente, ganaremos en peso intuitivo, lo que nos brindará la oportunidad de interpretar los distintos por qués de la vida. No se trata de luchar, no es esto en absoluto. Debemos dejarnos llevar por aquella puerta que ya se ha abierto, para así aventurarnos en nuevos estados de consciencia.
Por esto, proliferan individuos que en mayor o menor medida se rebelan contra lo que la razón dicta, y fieles a esos estados intuitivos, se dejan llevar hacia otros horizontes de Realidad. Sin embargo, no todos los caminos conducen a la Verdad, pues como en todo existen falsedades y manipulaciones. Para que nadie se sienta engañado o frustrado por el convencimiento que ha establecido en algo o alguien, por esto les pido que sean ustedes mismos los que experimenten. Establezca su propio campo de pruebas, medite contemplativamente sin reaccionar ante estímulos externos o internos, y déjese llevar hasta que su propio espíritu se manifieste.
Cuando esto ocurre, en principio tendrá dudas, pensará si se le ha ido la cabeza o si son simplemente desvaríos. Pero sea paciente y no preste atención a los pensamientos que se le planteen, pues tenga siempre bien presente que éstos proceden de la mente, y como ya le he indicado, mente y cuerpo son parte de una vida que no es tal, sino un sueño probatorio al que se somete el espíritu para su evolución.
Teniendo esto bien presente, déjese llevar, observe sin más, permita que su espíritu se libere de la opresión de la carne y, sobre todo, de la mente torticera y manipuladora que le mantiene asfixiado. Poco a poco irá ganando en intuición, o lo que es lo mismo en poder interpretativo de lo que en Realidad acontece en usted y alrededor suyo. De aquí en adelante la intuición ganará enteros, brindándole a usted la libertad necesaria para emprender empresas de mayor calado vibratorio para este planeta.
Sin duda es tiempo de cambios, donde el espíritu despierte de su letargo y establezca nuevos horizontes de consciencia como individuos, que es el proceso en el que estamos actualmente. Pero más adelante, con la suma vibratoria de los distintos despertares del individuo, se producirá una gigantesca tendencia energética que impulsará al conjunto planetario hacia una nueva dimensión existencial. No lo dude más y póngase a ello, pues el momento se presenta propicio.
Publicado por Carlos García
No hay comentarios:
Publicar un comentario