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domingo, 5 de agosto de 2012

EL AMOR !!!

En el fondo de cada alma existen tesoros escondidos que sólo descubre el amor" Eduard Rod

En la medida que se está plenamente identificado con lo que el compartir encierra, con su magia, con lo que es capaz de generar, muchas veces felicidad, esperanza, logros, nos damos cuenta, que si hemos estado atento en nuestras acciones, comportamiento, crecimiento y afortunadamente , libres de todo egoísmo, envidia, avaricia que evitan que el compartir aflore .

Miles de personas maravillosas que han pasado por este plano, nos han compartido muchas cosas, sobre todo sabiduría, conocimientos, enseñanza a fin de que nos identifiquemos con la alquimia, magia que el compartir ofrece.

Consideremos que si bien es meritorio, apropiado y noble compartir cosas físicas con los demás, no menos importante es compartir el conocimiento, las buenas noticias, la alegría, el optimismo, la confianza, la fe en Dios y… la esperanza.

Para compartir todo momento y oportunidad son buenos. Así, de forma constante tenemos frente a nosotros: El nacer, el morir; al bien, el mal; a la alegría, la tristeza; al éxito, el fracaso; a la riqueza, la pobreza; al egoísmo la generosidad; a la fe en Dios, el temor.

La condición vivencial de compartir lo bueno nos aporta sentimientos de realización, de plenitud y solidaridad humanas. Cuando compartimos la tristeza, la desesperanza o el dolor, igualmente sentimos que la carga se hace menos pesada, más llevadera y que no estamos solos.

Muy interesante además es que compartamos sin esperar nada por el aporte que hagamos a nuestros hermanos, siempre la vida nos devuelve beneficios; sino a nosotros mismos, a los seres que más amamos. Al compartir, independientemente de la naturaleza de lo que se comparte, crecemos espiritualmente y nos hacemos la existencia más agradable. Hay que identificarse con el alcance, repercusiones que genera el saber compartir en toda su amplitud, en la medida que comprendemos lo valioso, maravilloso que es ello, nos daremos cuenta como el cultivarlo y alimentarlo diariamente ya que ello nos ayuda a crecer, garantizar felicidad, armonía, equidad.

No dudemos, y de hoy en adelante, se que estaras más atent@ a la manera de cómo compartimos, de cuál ha sido nuestro rol en el compartir, que tanto lo hayamos asimilando y si siempre estamos en disposición de aportarlo cuando es requerido. Ha de esperarse, que esto sea una realiad y un hecho cierto en pro de nuestro crecimiento espiritual.

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