El ego es un fenómeno acumulativo; es el subproducto de vivir con otros.
Y como lo real, sólo puede llegar a conocerse a través de lo falso, el ego es una necesidad. Uno tiene que pasar a través de él y trascenderlo para vislumbrar lo que realmente somos.
Lo real puede ser conocido solo a través de lo ilusorio. No podes conocer la verdad directamente. Primero hay que conocer lo que no es verdadero. Primero tenemos que encontrar lo que es falso. Y es a través de ese encuentro cuando nos volvemos capaces de conocer la verdad. Si conocemos lo falso como falso, la verdad despertará en nosotros.
El ego es una necesidad social. Y todo el mundo refleja actitudes egoístas.
A la sociedad no le interesa que lleguemos a conocernos a nosotros mismos.
La sociedad crea un ego, porque el ego puede ser controlado y manipulado. Nadie ha escuchado jamás que la sociedad pueda controlar al SER: eso no es posible.
Luego poco a poco nos convencemos de que ese ego que la sociedad nos da, es lo que somos.
El ego siempre es sacudido; siempre está en busca de alimento, que alguien lo aprecie, que le den atención. Si nos quieren, estamos felices, si nos desprecian creemos que no valemos nada.
Obtenemos la idea de quienes somos por los demás. No es una experiencia directa.
Vivimos con ese centro falso sin saber que somos nuestro verdadero SER.
Intenten comprender esto tan profundamente como puedan, porque el ego debe ser controlado.
De lo contrario, nunca seremos capaces de percibir lo trascendente en nosotros.
Sin mantener al ego bajo control, podemos sentir que perderemos todos los límites y nos sentiremos aturdidos, aterrorizados, estremecidos, como si hubiera ocurrido un terremoto.
Si tenemos valor y no retrocedemos, si no volvemos a caer en el ego y continuamos y seguimos más allá de él, hay un centro escondido dentro, de paz, serenidad, quietud, comprensión y amor.
Es tu alma, es el ser y es quien sos !!!
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